¡Feliz año renovable y comunitario!
Empieza un nuevo año, o mejor dicho, una nueva década. Y aunque a veces nos puede parecer que como sociedad no hemos avanzando nada o muy poco para hacer frente a la crisis climática y ecosocial que vivimos, si echamos la vista atrás, esa perspectiva cambia.
Hace diez años, incluso hace seis, las movilizaciones por el clima eran anecdóticas, sin embargo, ahora hablamos de manifestaciones masivas. Millones de personas han salido a la calle en 2019 exigiendo medidas contundentes y radicales para reducir las emisiones de CO2, y poner a las personas y al planeta en el centro de las decisiones políticas.
Y no nos engañemos, esto para muchas de nosotras era casi impensable hace dos años, por mucho que tampoco nos explicásemos por qué no había surgido esta movilización masiva desde hacía tiempo: por qué no se avivaba ese hartazgo social ante un inmovilismo político y económico que desoía año tras año las investigaciones científicas sobre el cambio climático y la responsabilidad de la acción humana ante el mismo.
Comienza una nueva década, y 2020 es un año clave para fijar la reducción de emisiones de los países, tal y como hemos visto en la Cumbre del Clima en Madrid. No podemos dejar de reclamar y exigir acciones reales para enfrentarnos a la crisis climática, y no vamos a parar hasta que se pongan en marcha. Pero está claro, que no podemos dejarlo todo en sus manos, que las soluciones reales ya están encima de la mesa, y que la sociedad civil lleva años promoviéndolas y construyéndolas.
Hablamos de agroecología, energía comunitaria renovable, economía social, y un sinfín de modos de hacer, respetuosos con el medio ambiente y justos con las personas; alternativas que desafían el modelo económico actual y que operan dentro de los límites del planeta. Apoyar y formar parte de estas iniciativas es un engranaje indispensable para avanzar hacia el cambio de modelo que necesitamos.
Todavía nos queda camino, pero es innegable que cada vez nos sentimos más acompañadas. Es un placer formar parte de un movimiento climático imparable. Gente joven, mujeres, colectivos indígenas, comunidades locales, movimientos campesinos, vamos de la mano para conseguir una transformación donde la gente y los ecosistemas estén por encima de los beneficios económicos de unos pocos.
Este año, ¡únete a un movimiento imparable!
¡Feliz año 2020 renovable y comunitario!