El 14 de diciembre finalizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático” COP13 en Bali, Indonesia. Tras casi dos semanas de intensas negociaciones finalmente se consiguió un acuerdo en los últimos momentos.

No obstante Amigos de la Tierra ha manifestado su decepción por la debilidad del acuerdo alcanzado y por los numerosos intentos de hacer “descarrilar” las negociaciones por parte de Estados Unidos y Canadá. Positivo de valoración fue la actitud firme de la Unión Europea y algunos países en vías de industrialización, sosteniendo la necesidad urgente de incluir un acuerdo de reducción de emisiones de entre el 25 y el 40%, y según las indicaciones de los científicos. Esto es una indicación de que existe ambición, aunque sea mucho el trabajo que queda por hacer. Estados Unidos y Japón, con el apoyo de Canadá, consiguieron echar abajo las propuestas de los países más vulnerables en cuestiones de adaptación, transferencia de tecnología y reducción de la deforestación. El resto de países industrializados no consiguieron mantenerse firmes en su oposición.

La UE despertó demasiado tarde – se enfrentaron a la administración Bush firmemente para mantener los objetivos de reducción, pero lo hicieron de manera tardía y débil. Lo esperado por parte de la UE habría sido fortalecer el respaldo a sus propuestas y crear el momento adecuado para actuar, de manera que se aislara a la administración americana, para poder pasar a la acción una vez en casa, aceptando el reparto justo de la responsabilidad de financiar los costes de adaptación y mitigación del cambio climático.

Amigos de la Tierra ha pedido a la UE un fortalecimiento de sus compromisos y el acuerdo público de reducir incondicionalmente las emisiones dentro de sus fronteras en al menos un 30% hasta 2020. [1] El acuerdo de Bali pone en marcha el Fondo de Adaptación, del que se espera que comience a destinar fondos para que los países empobrecidos puedan hacer frente a los impactos del cambio climático. También se ha acordado revisar cómo los países industrializados cumplirán sus objetivos de reducción de emisiones en el segundo periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto.

Las limitaciones del acuerdo incluyen:

• La obligación de los países más empobrecidos de presentar informes verificables, sin la seguridad de que reciban el suficiente apoyo para poder llevar esto a cabo
• Las plantaciones podrían resultadas incluidas en los planes de deforestación, lo que reduciría claramente sus efectos Resumiendo los acuerdos de Bali, los gobiernos han alcanzado un acuerdo para seguir adelante, pero sin una guía de cómo seguir. Las conversaciones futuras se enfrentan indudablemente a una batalla “cuesta arriba” para alcanzar acuerdos serios hasta finales de 2009. Mientras tanto los afectados por el cambio climático estarán esperando un resultado que haga justicia climática. “Pedimos que los que están ahí dentro (en las negociaciones) no hagan oídos sordos. Tenemos tan sólo dos años para trabajar en base a este débil acuerdo y tener un resultado justo que asegure la ayuda y la asistencia que los países industrializados deben a los más vulnerables”.

Notas:

• [1] La UE se comprometió en un primer momento de forma unilateral a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% hasta 2020, pero con la condición de que otros países industrializados también aceptaran el compromiso y que los que están en vías de industrialización acepten asumir responsabilidades. Este 20% se encuentra muy por debajo de las recomendaciones científicas que piden un recorte de las emisiones de entre 25 y 45% para los países industrializados. Incluso así habría un gran riesgo de que el aumento de la temperatura media global sobrepase los 2,4ºC.

En este contexto, los objetivos actuales de reducción de la UE son insuficientes.