Victoria de los derechos humanos frente a las multinacionales
Se trata de un momento histórico: la ONU ha aprobado una resolución para luchar contra las violaciones de Derechos Humanos perpetradas por las multinacionales. Parece imposible, pero lo hemos conseguido. En marzo, desde Amigos de la Tierra Internacional junto a cientos de colectivos y movimiento sociales, comenzamos a exigir un acuerdo vinculante para evitar la impunidad de las grandes compañías en los países del Sur. No es algo nuevo, desde hace años llevamos reivindicando estas normativas. Ahora, por fin, nos han escuchado.
El Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el 26 de junio, en Ginebra, esta resolución histórica con la que se estableció la elaboración de un instrumento legal para obligar a las grandes transnacionales y a otros inversores a cumplir las normas y proteger así los derechos humanos.
El acuerdo salió adelante con 20 países a favor, 14 en contra y 13 abstenciones. No es de sorprender que EE.UU., Japón y los países de la Unión Europea votasen en contra, anteponiendo los intereses privados de unas pocas empresas por encima del interés general.
A pesar de la noticia positiva, sabemos que esta resolución no llegará a buen puerto a no ser que continuemos exigiendo el cumplimiento de las reglas para velar por los derechos humanos y ambientales. Por este motivo la alianza ciudadana continuará presionando y vigilando el trabajo del grupo, que se encargará de definir la normativa.
Los casos de violaciones de derechos humanos por parte de multinacionales son constantes. Resulta absurdo que una empresa europea cumpla con unas normas éticas en su continente de origen, y que al salir del mismo, estableciéndose en países terceros, tenga carta blanca para imponer sus propias reglas.
Estamos hablando de asesinatos, intimidaciones, arrestos, chantajes y un largo etcétera de atentados contra personas que defienden los derechos de sus comunidades. En Guatemala, Santa Cruz de Barillas, la empresa española Hidralia lleva desde 2008 atacando a la población que se opone a la construcción de una mega represa. Ya se llevó a cabo una consulta popular en la que más del 90% de las comunidades se manifestaron en contra. Sin embargo la empresa continua con su objetivo, y éste pasa por asesinatos y detenciones de la sociedad civil.
La situación vivida en Guatemala no es el único caso de violaciones sistemáticas de derechos humanos Chevron-Texaco en Ecuador, Shell en Nigeria, la israelí Mekorot en Palestina, la suiza-inglesa Glencore Xstrata en 7 países, Lonmine en Sudáfrica o Cocacola en Colombia son solo algunos de los casos documentados que se presentaron este año en el Tribunal Permanente de los Pueblos.
La aprobación de este acuerdo vinculante para poner fin a los ataques contra la humanidad es un primer paso, pero somos muy conscientes del papel decisivo de los movimientos sociales para continuar avanzando. Seguiremos denunciando, informando, presionando y proponiendo alternativas para que se respeten los derechos humanos aquí y en los países del Sur. ¿Te unes?
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