Los convocantes exigieron un compromiso firme para salvar el clima y solicitaron al Gobierno español que impulse un acuerdo europeo ambicioso con compromisos internos de reducción de emisiones que permitan evitar que el aumento de la temperatura del planeta sobrepase los 2ºC. Para ello, exigen el abandono de la quema de combustibles fósiles en la producción de energía, la apuesta definitiva por el ahorro y eficiencia energética y por las energías renovables, y que se deje de apoyar falsas soluciones como los agrocombustibles, la captura y el almacenamiento de carbono o la energía nuclear.

Mientras los efectos del cambio climático, que ya se están manifestando, superan las predicciones más pesimistas de los científicos, la lucha contra el calentamiento del planeta sigue acusando una enorme falta de liderazgo. Sólo queda un año para alcanzar el acuerdo de reducción de emisiones al que la comunidad internacional se comprometió en la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas celebrada en Bali, y no hay muestras claras de progreso en las negociaciones. Las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo, la pérdida de hielo polar ha sobrepasado las peores previsiones científicas, y millones de vidas humanas y de especies vegetales y animales están en riesgo.

“Frente al cambio climático, ¡gobiernos actuad ya!”, fue el lema de las casi 500 personas que rodearon al Ministerio en un abrazo simbólico.

España, por su parte, sigue siendo el país más alejado del cumplimiento de los objetivos de Kioto. Además se presenta en las negociaciones europeas como uno de los mayores defensores de un sistema de mecanismos externos que le permita alcanzar los objetivos de reducción de emisiones sin tener que hacer grandes esfuerzos de reducción a nivel interno.

Mientras cientos de personas se concentraban en Madrid para simbolizar con velas un abrazo al Ministerio de Medio Ambiente los Jefes de Estado y Gobierno formalizaban el texto final. A la espera de que se pronuncie el Parlamento Europeo la semana próxima, los 27 han alcanzado un acuerdo de mínimos, que incluye grandes concesiones a la industria y permite que gran parte de los compromisos se cumplan con la compra de créditos de proyectos fuera de la UE. Además, el texto excluye el sistema de cumplimiento propuesto por la Comisión Europea y respaldado por el Parlamento, lo que cuestiona seriamente la efectividad de cualquier acuerdo que pueda ser alcanzado.