Amigos de la Tierra Internacional está advirtiendo, a dos días del final de la cumbre, sobre el peligro que supone el camino que llevan las negociaciones. Los líderes mundiales reunidos en Durban desde ayer están viendo la posibilidad de un mandato para seguir negociando, en vez de comprometerse desde ya.

La falta de compromiso de los países industrializados ha supuesto un peligroso retraso en el marco multilateral de las negociaciones, desde que en 2007, en la cumbre de Bali, se aprobara el Plan de Acción de Bali. Este plan comprometía a los países a alcanzar un acuerdo legalmente vinculante en dos vías de negociación: un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kyoto, que expira el año que viene, y un nuevo acuerdo complementario que entraría en vigor a largo plazo.

El sustituto del Protocolo de Kyoto en peligro

Este acuerdo tenía que haber tenido lugar en Copenhague hace dos años. «El hecho de que esa cumbre fuera un fracaso absoluto minó la credibilidad del significado del compromiso obligatorio que los países contraían. Ahora que tienen que comprometerse a mantener el Protocolo de Kyoto con vida resulta que lo condicionan a un nuevo mandato, pretendiendo que sea una garantía suficiente para seguir negociando. Ya nos han demostrado que eso no nos garantiza nada», ha indicado Alejandro González, responsable del área de cambio climático y energía de Amigos de la Tierra.

Amigos de la Tierra exige compromisos reales en Durban

«El cambio climático es un problema muy grave que requiere de una solución urgente. Las emisiones globales de gases de efecto invernadero tienen que empezar a decrecer antes del año 2015. Nos encontramos con el siguiente escenario: quieren dejar al Protocolo de Kioto morir y los países industrializados quedarán exentos a partir de ahora de obligaciones internacionales. Por otro lado, el mandato para seguir negociando otro tratado no garantiza nada, y en cualquier caso, llegaría tarde. La credibilidad de estas negociaciones está en entredicho y si fracasan, la única clave que nos queda para evitar las peores consecuencias de una crisis climática es una verdadera soberanía de la sociedad civil, que las comunidades locales, las buenas prácticas ambientales y las soluciones diversas y genuinas tomen el cambio».

Por otro lado, Amigos de la Tierra considera probable que se alcance un acuerdo en el nuevo Fondo Verde para el Clima. Según señala la organización este resultado puede conllevar, sin embargo, muchos elementos negativos, ya que se ha abierto la puerta a las grandes corporaciones para captar fondos y operar en países empobrecidos. Los precedentes indican, que de ser así, este fondo facilitará la explotación en otros países más vulnerables por parte de las multinacionales, lejos de aportar soluciones, empeorará la situación. Pero además, la financiación comprometida es insuficiente y de momento no hay garantías de transparencia, no se puede olvidar que el Banco Mundial juega un papel central.