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Turistificación, el viaje que nunca termina

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Los últimos años  estamos viendo cómo la temporada turística estival se abre con movilizaciones que claman contra la masificación de multitud de lugares del Estado  causada por un modelo de turismo desmedido, insostenible para el territorio y sus habitantes. 

Este turismo desmedido arrasa los espacios en los que se asienta, y el foco de las decisiones deja de ser la población que vive en esos lugares , concediendo un especial protagonismo a las turistas que vienen de vacaciones. El espacio e infraestructura pública margina a sus habitantes de toda la vida y se centra en los visitantes y sus actividades. A esto lo llamamos “turistificación”, y tiene múltiples impactos sobre las personas y sobre los ecosistemas. 

La actividad turística viene acompañada de una avalancha de demanda de servicios que debe ser cubierta. Progresivamente se crean establecimientos que satisfacen las necesidades de los turistas  (hospedaje, alimentación, servicios…), y como consecuencia, los establecimientos que atendían a la población local  dan un giro de 180º experimentando cambios de precio, horarios y buena parte de las veces cierran sus negocios. Ciudades-escaparates pensadas para los visitantes, donde bares familiares se convierten en spots para redes sociales o en franquicias internacionales, y las ferreterías en tiendas de recuerdos de usar y tirar. 

El empleo asociado a este sector es generalmente de mala calidad, incluyendo contratos de escasa duración, bajos salarios y jornadas laborales excesivas. En toda esta situación de precariedad quienes más la acusan son mujeres, población migrante y jóvenes.

El cambio climático también está íntimamente relacionado con la turistificación, por ejemplo a finales del año pasado se conoció que el turismo es ya el responsable del 8,8% de las emisiones mundiales. La principal causa: el transporte aéreo para viajes.

El turismo también está teniendo un dramático impacto en materia de vivienda. La utilización de viviendas, en un momento crítico de acceso a la misma, para uso turístico, es un sin sentido que reduce la oferta disponible, y la encarece, siendo accesible únicamente para empresas, fondos de inversión y habitantes del norte de Europa con mayor poder adquisitivo.

No podemos dejar de lado el rol de empresas como AirBnb, Booking y e-Dreams en la colonización de Palestina, ya que permiten anunciar apartamentos turísticos construidos sobre territorio ocupado en violación del Derecho Internacional. Buscadores como Booking han sido denunciados múltiples veces por estos hechos, pero no han modificado sus políticas y los apartamentos en tierra ocupada siguen siendo anunciados sin escrúpulos.

Procesos como la gentrificación o la turistificación no son casuales ni espontáneos, sus responsables tienen nombres y apellidos, y abarcan desde los inversores financieros que ponen barrios enteros en su punto de mira, a los responsables de la administración que ejecutan políticas públicas a la medida de estos, hasta los empresarios que no dudan en extraer más riqueza a costa del empobrecimiento de las clases populares. Se continúan perpetuando las dinámicas coloniales con los países del Sur, obligándoles a ser o destino turístico barato o zona de sacrificio, pero siendo en ambos casos un simple objetivo del extractivismo.

La industria turística ha reaccionado a las crecientes movilizaciones contra la turistificación con una serie de propuestas enfocadas a salvaguardar su negocio, no abordan las causas profundas de la situación actual.

Desde Amigas de la Tierra creemos que sí que existen formas sostenibles y justas de conocer otros territorios, que implican nuevas visiones sobre cómo articular el turismo y los deseos que lo sostienen. Tenemos la responsabilidad histórica de defender y construir colectivamente los lugares que habitamos.

Hace falta comunidad. Hace falta recuperar las plazas, la vivienda y los vecindarios, construyendo colectivamente ciudades pensadas para quienes las habitan y no para quienes quieren hacer negocio con ellas.

Descubre más en el Manifiesto sobre el turismo y la turistificación, El viaje que nunca termina.

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