Semana contra la pobreza energética: ¡Derecho a la energía Ya!
En la península ibérica, la lucha contra la pobreza energética está liderada por movimientos como la Alianza contra la Pobreza Energética y las Comunidades Energéticas. Las historias de activistas como Domi y Catarina son relatos del poder transformador del activismo y la organización comunitaria. Las protestas y esfuerzos de organizaciones como éstas son cruciales para acompañar a las personas vulnerabilizadas por el sistema energético y presionar a los gobiernos para implementar políticas que garanticen los derechos de la ciudadanía.
La pobreza energética se define institucionalmente como la situación de un hogar donde no se pueden satisfacer las necesidades básicas de suministros de energía por un nivel de ingresos bajo. Esta definición responsabiliza a las personas de su propia situación. Sin embargo, se trata de una consecuencia estructural de un sistema económico que especula con un bien necesario para la vida como es la energía, precarizando así la vida de las personas. Por este motivo, desde Amigos de la Tierra hablamos de precariedad energética.
Más de tres millones de personas se encuentran en una situación de precariedad energética en nuestra geografía, y lo mismo pasa en nuestro país vecino, Portugal. Para cambiar este contexto existen diferentes plataformas, como la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), y alternativas como las comunidades energéticas, que buscan transformar el modelo energético y poner la energía en manos de la gente y no de las grandes empresas del oligopolio, siempre desde lo colectivo.
Desde Amigos de la Tierra junto a la APE y más de cincuenta organizaciones estamos luchando para cambiar las reglas del juego y que se garantice el derecho a los suministros básicos y, por tanto, para que se prohíban los cortes de luz. Un corte de suministro fue precisamente lo que acercó a Domi a la APE.
Derecho a la energía: sin dejar a nadie atrás
Domi vivió en primera persona lo que es vivir sin energía. Unas Navidades a ella y a sus dos hijos les cortaron la luz durante un mes y medio. Ella es una activista en la APE, el movimiento social dedicado a garantizar el acceso universal a los servicios básicos de agua y energía.
El corte se produjo debido a una única factura sin pagar, pero una vez abonada la tarifa, se encontró con que el proveedor de energía le había cancelado su conexión sin ningún tipo de notificación y que ahora tenía que pagar las tarifas de reconexión. Cuando se negó a pagar estas tarifas inesperadas, la compañía le mandó mensajes en tono amenazante. Al darse cuenta de que el proveedor de energía estaba utilizando técnicas abusivas, contactó con el defensor del pueblo que le ayudó a cancelar la tarifa que le reclamaba la empresa.
Domi se unió a la APE en 2015 para reclamar una ley que garantizase el suministro de luz en hogares vulnerables de Cataluña y que prohibiese los cortes de suministro. Desde hace años, lucha junto a la alianza para que la ley de cortes se implemente correctamente y que las compañías energéticas se responsabilicen de su rol en la crisis energética.
Puedes escuchar su testimonio pinchando aquí.
¡Energía comunitaria YA!
A estas alianzas se suman las comunidades energéticas, agentes de cambio que impulsan la democratización de la energía a través de la participación directa de la ciudadanía en la producción, gestión y uso de la energía. En la península ibérica son cientos las iniciativas que impulsan una transformación hacia un modelo energético justo basado en energías limpias. En esta ocasión contamos con Catarina miembro de una comunidad energética ubicada en Lisboa.
Catarina trabaja en Coopérnico, una cooperativa energética. Sus miembros invierten en plantas solares para obtener energía producida localmente que viene de una fuente infinita y abundante: el sol. Producen la energía a través de paneles solares instalados en los tejados de las asociaciones que también consumen esa energía que producen.
“Necesitamos empoderar a la ciudadanía para que se conviertan en usuarios y usuarias energéticas independientes del oligopolio y hacer este proceso accesible, de tal forma que los productores que ofrecen energía renovable, económica y producida localmente lleguen a la población”, señala Catarina.
Además de proveer de una alternativa energética a sus miembros, Coopérnico anima a las personas a ser consumidoras de energía más autónomas y que formen parte activa del sistema energético. Esta cooperativa es un claro ejemplo de cómo podría ser un sistema energético democrático y basado en energías limpias.
Puedes escuchar su testimonio en portugués pinchando aquí y si prefieres escucharlo en inglés, aquí.
¡Tomemos la energía!