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Reclamamos medidas para favorecer la energía comunitaria

Ir a Reclamamos medidas para favorecer la energía comunitaria 21 noviembre 2019

• Lanzamos la campaña “¿Y si hacemos que pase?” para animar a la ciudadanía a participar y liderar proyectos de energía comunitaria

• Una transición ecológica justa solo será posible con las personas en el centro del modelo energético

• Exigimos un objetivo vinculante de energía comunitaria dentro del Marco Estratégico de Energía y Clima

A menos de dos semanas de que comience la Cumbre del Clima en Madrid, COP25, lanzamos la campaña “¿Y si hacemos que pase?”. A través de la misma invitamos a la ciudadanía a sumarse a proyectos de energía colaborativa y reclamamos a las administraciones que favorezcan iniciativas en manos de las personas basadas en energías renovables y la eficiencia energética.

La emergencia climática a la que nos enfrentamos requiere de medidas valientes y transformadoras en todos los sectores. Ante el modelo energético actual centralizado y basado en energías sucias y obsoletas, una de las principales causas de la crisis climática, es necesario apostar por un modelo descentralizado con las energías limpias en manos de las personas, un modelo en consonancia con la ciencia del clima.

En este sentido, el nuevo Paquete de Energía Limpia (y especialmente los artículos 21 y 22 de la Directiva Europea de Energía Renovable) abre la puerta a la energía comunitaria y al fomento del autoconsumo renovable. Amigos de la Tierra insta al Gobierno a transponerlo a la normativa estatal cuanto antes, con la inclusión de mecanismos de apoyo que faciliten iniciativas ciudadanas, así como el establecimiento de un objetivo vinculante de energía comunitaria; medidas que también deben contemplarse en el Marco Estratégico de Energía y Clima. Adicionalmente es básico que se adapte la normativa que servirá para la compensación de los excedentes de autoconsumo, así como el Real Decreto de Acceso y Conexión a la Red.

El apoyo a la energía comunitaria por parte de las administraciones es una pieza fundamental en la transición energética, sin embargo, la respuesta social y la apuesta decidida de la ciudadanía por sumarse a proyectos de energía renovable colaborativa desempeñan un papel central en el proceso.

A través de la campaña “¿Y si hacemos que pase?” damos a conocer las ventajas de la energía comunitaria, así como las múltiples alternativas con las que cuenta la población para participar en este cambio energético. Dentro de la energía comunitaria se encuentra el autoconsumo renovable colectivo: con el 65% de la población española viviendo en bloques de pisos, la energía comunitaria representa una herramienta de gran valor para lograr la transformación de un sistema descarbonizado más eficiente y descentralizado.

Los legisladores europeos han reconocido los beneficios de los proyectos de energía comunitaria para la creación de empleos verdes, el desarrollo local, el ahorro de energía, la mitigación de la pobreza energética y la promoción de las energías renovables.

A su vez la situación de emergencia climática requiere de transformaciones profundas en diferentes ámbitos, y uno de los más cruciales es el energético. La ciencia lleva años advirtiendo de la necesidad de tomar medidas, y ahora es la ciudadanía saliendo a la calle en movilizaciones masivas quien hace de altavoz de la ciencia para presionar a empresas y administraciones. Para complementar estas movilizaciones, es necesario poner la energía renovable en manos de las comunidades y de la ciudadanía, restando así poder a la industria de los combustibles fósiles.

Las grandes empresas del oligopolio, que dominan el mercado de la energía, siguen tratando a sus clientes como simples consumidores. Incluso aquellas que han decidido apostar por las renovables, prefieren dar la espalda a los potenciales beneficios sociales y económicos asociados a la generación de energía desde la cercanía. Sin embargo, la energía comunitaria nos brinda la oportunidad de revertir esta situación mediante la posibilidad de involucrar con principios más democráticos a cualquier persona que desee tener el control de la demanda y el cambio climático sea su preocupación.

En Amigos de la Tierra contamos con el apoyo de más de un millón de personas en más de 70 países de los cinco continentes