Rechazamos la inclusión del gas y la nuclear como energías «verdes» en la taxonomía de la UE
- La Comisión Europea ha confirmado que mantendrá en la taxonomía de la UE la energía nuclear y gas natural dentro de la clasificación de inversiones ‘verdes’
- Nos oponemos frontalmente a esta propuesta y recalcamos que es un paso en falso que hace peligrar la transición ecológica
- Desde Amigos de la Tierra reclamamos al Parlamento Europea que rechace la propuesta de taxonomía de la UE
Hoy, miércoles 2 de febrero, la Comisión Europea ha confirmado que mantendrá en la taxonomía de la UE la energía nuclear y gas dentro de la clasificación de inversiones ‘verdes’, a pesar de su papel como agravantes de la crisis climática y ecológica.
Nos oponemos frontalmente a esta propuesta de taxonomía y recalcamos que supone una gran amenaza para los objetivos del Acuerdo de París y que a su vez socava los esfuerzos en torno a la implementación del Pacto Verde europeo. La taxonomía, un sistema de clasificación de las actividades económicas con el que la UE busca ofrecer a las empresas e inversores una definición de lo que es y no es sostenible.
La taxonomía actual daría luz verde a que las inversiones privadas de gas fósil y nuclear fuesen etiquetadas como sostenibles. Es una broma de mal gusto que un combustible fósil como el gas y que una de las energías más peligrosas y contaminantes, la nuclear, pasen a catalogarse energías sostenibles que pueden promover la transición energética.
A pesar del rechazo del comité de expertos y de diversos países, entre ellos España, además del gran rechazo de la sociedad civil, la Comisión ha seguido adelante y apuesta por la clasificación, con el argumento falso de que son necesarias como elementos de “transición” para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050, aunque las considere energías no son renovables.
Evaluamos esta propuesta como un paso en falso que hace peligrar la transición ecológica y reclama al Parlamento Europeo que no siga adelante con la misma. Las instituciones europeas deben salvaguardar el proceso y dar señales claras en la dirección de alejarse de los combustibles fósiles, así como de la energía nuclear. Esta última supone una amenaza para otros objetivos ambientales y no respeta el principio de «no hacer daño significativo» de la taxonomía de la UE.
Es imperativo que, para alcanzar la descarbonización energética, se aceleren los esfuerzos hacia el despliegue de las energías renovables y la eficiencia energética a un ritmo rápido, en un marco justo para que nadie se quede atrás. Las comunidades energéticas son un concepto organizativo cuyo objetivo es capacitar a la ciudadanía para que participen y se apropien de las energías renovables y otras tecnologías limpias para lograr una transición energética exitosa y democrática que proporcione beneficios económicos, sociales y medioambientales. Es necesario poner el foco en la democratización de la energía y no en falsas soluciones que siguen agravando la crisis ecológica y climática que vivimos.
El tiempo es crítico en la batalla contra la crisis climática. No podemos permitirnos ni un segundo más en socavar los esfuerzos actuales enviando mensajes contradictorios a la ciudadanía y al sector privado. Las instituciones de la UE deben abogar por un Green Deal de la UE exitoso y fiable y deben trabajar por un futuro sostenible, democrático y justo para todas las personas.