Primera demanda climática contra un banco ¡BNP Paribas a los tribunales!
Amigos de la Tierra Francia, Notre Affaire à Tous y Oxfam Francia han demandado al banco BNP Paribas por su apoyo a los combustibles fósiles y en consecuencia su grave contribución a la crisis climática.
El 23 de febrero las tres ONG interpusieron una demanda en el Tribunal Judicial de París contra el banco más contaminante de Francia. BNP Paribas tendrá que afrontar su responsabilidad por la crisis climática ante los tribunales, al no haber cumplido con las demandas notificadas formalmente por las organizaciones el pasado 26 de octubre de 2022. Por este motivo se ha emitido una citación alegando que BNP Paribas incumple la ley francesa del deber de vigilancia (1) y se niega a dejar de financiar la expansión de la industria de los combustibles fósiles, contradiciendo así las advertencias de la comunidad científica.
Tras la fuerte presión de la sociedad civil y con el único objetivo de proteger su propia reputación, hace un mes BNP Paribas se comprometió a reducir su proyecto de financiación de empresas de combustibles fósiles para 2030. Sin embargo, ni estas promesas públicas ni la respuesta oficial dada por parte del banco a los abogados que representan a las tres organizaciones, son suficientes. La realidad es que el banco está lejos de exigir a sus clientes de la industria del petróleo y el gas que dejen de desarrollar nuevos proyectos de combustibles fósiles y emprendan una salida progresiva del sector. A pesar de que BNP se comprometió a tomar este tipo de medidas dentro de la industria del carbón en 2020, la realidad es que subraya en sus anuncios su intención de apostar por nuevas infraestructuras de gas y centrales eléctricas. Además de todo esto, y por si fuera poco la entidad financiera está tratando de poner en duda públicamente la veracidad de las advertencias científicas.
BNP Paribas es el mayor banco financiero del mundo de las ocho grandes empresas petroleras y de gas europeas y norteamericanas. Varias de estas grandes empresas también se enfrentan a acciones legales climáticas con el fin de alinear sus actividades con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 ˚C.
Esta demanda histórica es parte de un movimiento global que tiene como objetivo emprender litigios climáticos contra las grandes empresas causantes del cambio climático, como ya hicimos con Shell, ganando una demanda climática que obligó a la compañía a reducir drásticamente sus emisiones de CO2.
Hay personas en todo el mundo que ya están sufriendo los impactos de la emergencia climática por las actividades que llevan a cabo estas empresas. Estas personas necesitan que se haga justicia. Que se actúe a favor de las personas y de la vida.
Esta demanda podría formar parte del principio del fin de los grandes contaminadores que obvian sin miramiento los objetivos climáticos. Esperamos que este caso, junto con el de Shell que ganamos en Holanda, inspire otros muchos litigios en todo el mundo y consigamos así hablar de un futuro libre de combustibles fósiles. Es necesario sentar precedentes y que estos litigios climáticos convenzan a las empresas para que dejen de socavar las posibilidades del mundo de permanecer por debajo 1,5 ° C.
(1) La Ley del Deber de Vigilancia de las Empresas francesas impone a las grandes empresas en Francia la responsabilidad de identificar y prevenir los riesgos para los derechos humanos y el medio ambiente que podrían ocurrir como resultado de sus actividades comerciales.