Paso 1: Poner fin a la financiación de los combustibles fósiles
El respaldo público hacia los combustibles fósiles se presenta en forma de subvenciones y préstamos públicos, precios regulados y beneficios fiscales. Pero los gobiernos también apoyan los combustibles fósiles de otras maneras: respaldan proyectos específicos de exploración y extracción; organizan visitas oficiales a determinados países para asegurarse las materias primas que necesitan, y desarrollan acuerdos de comercio e inversión.
El apoyo financiero público para esta industria alcanza el billón de euros (un millón de millones). Solo entre 2014 y 2016, 11 países europeos y la UE desviaron al menos 112.000 millones de euros en forma de subsidios para la producción y el consumo de combustibles fósiles en nuestro continente.
El respaldo económico del sector privado a las energías sucias agrava el cambio climático. Bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones y fondos de cobertura, proporcionan cada año a las empresas fósiles mil millones de euros en préstamos para proyectos, bonos y otros servicios financieros, lo cual les permite seguir expandiéndose en España, en Europa y en todo el mundo.
Necesitamos dejar de financiar las causas del cambio climático de forma urgente; necesitamos presionar para que los políticos frenen los subsidios a las energías fósiles; necesitamos ejercer presión sobre nuestros bancos e inversores públicos y privados para que retiren su dinero de todos los proyectos de energía sucia; necesitamos llevar a las compañías contaminantes ante los tribunales por el daño que causan al Planeta y nuestra salud; necesitamos redirigir la financiación hacia soluciones climáticas genuinas.
Si quieres ver el resto de pasos sigue este enlace