Organizaciones ecologistas y de agricultores pedimos la paralización del proyecto de macrogranja de Noviercas (Soria)
Rechazo frontal al proyecto de macrogranja
Amigos de la Tierra, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Ecologistas en Acción, Food & Water Europe y Greenpeace nos hemos reunido esta semana con Pedro Millán, alcalde de Noviercas, la concejala Belén Melendo y Raúl Lozano, diputado provincial de Soria y presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Montes, para mostrar nuestro frontal rechazo al proyecto de macrogranja de 23.520 vacas que la cooperativa Valle de Odieta, S. Coop. Ltda. pretende construir en la localidad.
Las organizaciones propusimos un giro radical de proyecto hacia un modelo de desarrollo respetuoso con el medio ambiente, que ponga en valor el patrimonio natural de la región y que permita un desarrollo sostenible y atractivo, la participación real de toda la población de Noviercas y así luchar contra el despoblamiento rural, a través de la creación de empleo de calidad y duradero. Sin embargo, no hubo ninguna apertura por parte del ayuntamiento, ni del diputado provincial, que ven este macroproyecto como la única salvación del pueblo, pese a que manifestaron que el ayuntamiento tiene ingresos que sí podrían revertir en la creación de algún proyecto sostenible alternativo, que atrajera a más personas en lugar de vacas.
Este proyecto fue rechazado en Navarra y tanto el País Vasco como Cantabria también se mostraron en contra de este tipo de explotación ganadera
El faraónico proyecto para Noviercas, un pequeño pueblo de tan sólo 155 habitantes, convertiría a esta macrogranja de vacuno de leche en la mayor de Europa y en una de las mayores del mundo. Según los datos disponibles, en España una explotación tiene, de media, unas 41 vacas, por lo que el proyecto de Noviercas plantea una granja con más de 500 veces esta capacidad, un total despropósito con graves consecuencias ambientales, sanitarias, económicas y sociales.
Además de las enormes emisiones propias de la granja, una explotación como la planteada necesita ingentes cantidades de piensos que, en su mayoría, tendrán que ser importados. Su producción, transformación y transporte son también un factor clave de contribución al cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad.
Una auténtica fábrica de cambio climático y de destrucción de empleo en el sector
El cambio climático es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad y también la principal amenaza a la vida tal y como la conocemos. Precisamente, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha advertido de la urgencia de poner en marcha medidas drásticas para frenar los peores efectos del cambio climático, limitando el incremento de la temperatura global a 1,5º y subraya que es urgente trabajar en todos los sectores de la sociedad, por lo que sería inadmisible la puesta en marcha de un proyecto de estas características.
Por otro lado, pese a la promesa de creación de empleo, esta macrogranja pondría en jaque a muchas otras explotaciones de vacuno de leche y podría destruir más de 700 empleos. De igual modo, es ya un claro ejemplo de acaparamiento de tierras en el mundo rural, puesto que la cooperativa pretende apropiarse de cerca de 800 hectáreas en la zona, con las que incrementaría aún más sus beneficios, a través de las subvenciones que recibiría a través de la Política Agrícola Común.
Más información aquí