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Nuevo informe: Los cultivos transgénicos no son una solución frente al cambio climático

Ir a Nuevo informe: Los cultivos transgénicos no son una solución frente al cambio climático 23 febrero 2010

La superficie cultivada con transgénicos en Europa cae un 10%

Amigos de la Tierra Internacional, coincidiendo con la publicación de los datos sobre cultivos transgénicos a nivel global de la industria, demuestra en un nuevo informe que los argumentos sobre la supuesta capacidad de los cultivos modificados genéticamente para combatir el cambio climático son exágerados y totalmente prematurosEl informe “¿Quién se Beneficia de los Cultivos Transgénicos?” examina la realidad de esas afirmaciones y demuestra que en realidad los cultivos transgénicos están incrementando las emisiones de carbono y no están ayudando a solucionar los problemas de hambre en el mundo. Esto se debe a que los cultivos transgénicos son responsables de espectaculares aumentos en el uso de pesticidas, tanto en EEUU como en América Latina, intensificando el uso de combustibles fósiles. El cultivo de soja transgénica para alimentar la ganadería industrial está contribuyendo en gran manera a la deforestación en América del Sur.

El informe muestra también que los cultivos transgénicos siguen confinados a menos de un 3% de la superficie agrícola mundial y que más del 99% de estas cosechas se destinan a alimentar animales y a producir agrocombustibles (también conocidos como biocombustibles), y no a alimentación.

Las graves preocupaciones sobre los impactos negativos de los cultivos transgénicos implican que muchos gobiernos son todavía prudentes en su adopción. India, por ejemplo, ha aprobado recientemente una moratoria al cultivo de berenjena transgénica debido a los riesgos sobre la salud, el medio ambiente y sus impactos socio-económicos.

En Europa, la superficie cultivada con transgénicos ha caído por quinto año consecutivo, con una reducción superior al 10% respecto a 2008. Este dato refleja la firme oposición social y la preocupación política por los impactos negativos de los cultivos modificados genéticamente. En 2009, Alemania se convirtió en el sexto país de la UE en prohibir el cultivo de maíz transgénico, con lo que la superficie cultivada con transgénicos en Europa supone menos del 0,5% de la superficie agraria. El único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala es España.

David Sánchez, Responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra España afirmó: “Nuestro país debería seguir el ejemplo de Francia o Alemania, y prohibir el cultivo de transgénicos en base al principio de precaución. Sin embargo, el Gobierno español sigue priorizando los intereses de unas pocas multinacionales frente a la defensa de los derechos de los consumidores y del medio ambiente, perjudicando los modelos de agricultura que nos pueden ayudar a afrontar el desafío del cambio climático, como la agricultura ecológica.”

A pesar de varias décadas de investigación, en gran parte con dinero público, no hay todavía ni un solo cultivo transgénico comercializado que incremente los rendimientos, sea tolerante a la sequía o a la salinidad, mejore las propiedades nutricionales o cualquier otro de los supuestos beneficios publicitados por las multinacionales de la biotecnología agraria.

Pero además los cultivos transgénicos están perjudicando el desarrollo de verdaderas soluciones para la crisis alimentaria y la crisis climática. Absorben financiación que podría ir dedicado a soluciones reales e impide el acceso de los campesinos a las semillas y al conocimiento. Los métodos agroecológicos y el conocimiento tradicional han sido identificados por multitud de instituciones internacionales como la clave para afrontar los desafíos climáticos y alimentarios.

Martín Drago, coordinador de la campaña de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra Internacional afirmó: “Los cultivos transgénicos están siendo promocionados como la solución al cambio climático, cuando en realidad están destruyendo bosques, empeorando las condiciones de los agricultores e incrementando las emisiones de efecto invernadero. La realidad demuestra que la agricultura transgénica no es precisamente la historia de un éxito. Los pequeños campesinos de todo el mundo están ya utilizando métodos respetuosos con el medio ambiente para alimentarse y contribuyendo a “enfriar” el planeta. Estos son los métodos que deben ser apoyados en vez de la agricultura transgénica, destructiva desde un punto de vista social y ambiental.”

Puedes ver el informe “¿Quién se beneficia de los cultivos transgénicos?, pinchando aquí.

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