Mejores edificios hoy para una mejor vida mañana
Desde la sociedad civil, las ONG sociales, sanitarias y medioambientales de Europa, las organizaciones locales autoridades, sindicatos y movimientos juveniles instamos a los responsables políticos a garantizar que los edificios de Europa sienten las bases para una transición energergética inclusiva, justa y equitativa que ponga a las personas en el centro.
Los edificios son responsables de hasta el 40% del consumo total de energía de la UE y la mayoría de (75%) se consideran ineficientes, lo que significa que la mayoría de la población de la UE vive en viviendas inadecuadas. Sin embargo, durante décadas, no ha habido ningún esfuerzo hacia la implemetación de políticas de construcción inclusivas y ambiciosas que apoyen la renovación energética de los edificios europeos. Esta inacción política por parte de los responsables políticos nacionales y de la UE ha impactado a los hogares de toda Europa que ahora estamos sintiendo todo el peso de la crisis de los combustibles fósiles.
El ‘trilema‘ del aumento de los costes energéticos, una crisis del coste de vida y la emergencia climática han llegado a nuestras puertas y millones de hogares han tenido que elegir entre comer o calentar. Hacer que nuestros hogares y edificios sean energéticamente eficientes y basados en energías renovables es la respuesta a estos problemas. Dicha respuesta ayudaría a reducir nuestra dependencia de combustibles fósiles peligrosos, caros y volátiles, protegería a las personas de la pobreza energética y mejoraría la calidad del aire al mismo tiempo que se actuaría contra la crisis climática
Es necesario un marco político sólido de la UE, junto con inversiones y recursos encaminados a activar a los actores relevantes en el terreno, que son quiénes pueden hacer realidad la transición en nuestros edificios. Creando más hogares energéticamente eficientes se ahorra energía y gasto, protegiendo así el derecho a una vida cómoda y saludable para todas las personas.
Para lograr una Directiva sobre edificios social y ambientalmente justa, necesitamos:
- Maximizar el potencial de rendimiento energético de nuestros hogares y edificios a través de una “Ola de Renovación Profunda y Holística” importante para abordar la actual crisis de los precios de la energía. Además de reducir la demanda de energía y dejar de utilizar combustibles fósiles lo antes posible, los trabajos de aislamiento con la instalación de sistemas renovables de calefacción y refrigeración proporcionaría altos ahorros de energía y mayor reducción de emisiones.
- Es necesario implementar un marco regulatorio fuerte y claro con garantías sociales igualmente fuertes. Considerando que el sector de la vivienda es muy diverso, es necesario diseñar garantías y medidas de facilitación social. Estos deben proteger a las personas inquilinas y propietarias de viviendas y garantizar el acceso a la vivienda para todos los y las residentes, además de tener en cuenta una combinación de diferentes tipos de viviendas a la hora de diseñar programas de rehabilitación.
- Se debe reservar una financiación adecuada y suficiente para las personas vulnerables. Ha de priorizarse la renovación de las viviendas de hogares de bajos ingresos. Garantizar la asignación de servicios adaptados, accesibles y una financiación asequible, teniendo en cuenta no sólo los aspectos económicos sino también consideraciones de igualdad racial, de edad y de género, entre otras cuestiones importantes. Monitorear (y asegurar) los impactos positivos que se obtengan de las renovaciones será un factor clave.
- Activar y apoyar a los actores nacionales y locales sobre el terreno a través de Unas políticas de construcción adecuadas en la UE pueden permitir a una multitud de partes interesadas prepararse para los desafíos que se avecinan. Con un acuerdo claro compatible con el Acuerdo de París. Además las medidas de apoyo y aplicación deben implicar a gobiernos, regiones y autoridades locales, todas estarán habilitadas (y obligadas) a preparar la infraestructura energética necesaria para garantizar el ahorro energético y aprovechar el potencial de calefacción renovable local. Ofrecer viviendas con alta eficiencia energética y eliminar progresivamente la calefacción basada en combustibles fósiles además del impulso de los empleos verdes, requiere cooperación con los organismos de lucha contra la precariedad energética, organizaciones (sociales, medioambientales, médicas), comunidades energéticas, sindicatos, industrias e instituciones financieras…
Una visión a largo plazo puede ayudar a los actores públicos y privados a diseñar los facilitadores necesarios (financiación pública y privada y asistencia técnica), mejorar las condiciones laborales y ofrecer programas de formación para mejorar las cualificaciones de los trabajadores. Esto garantizará la creación de suficientes puestos de trabajo directos si existe una oferta suficiente de una fuerza laboral calificada, con condiciones de trabajo decentes y fuertes protecciones sociales. Hemos de descarbonizar nuestros edificios de la forma más inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.
Ahora más que nunca, los responsables de la toma de decisiones deben abordar las crecientes facturas energéticas, los desafíos de calefacción y refrigeración y la crisis climática que se avecina. Necesitamos un marco legislativo que priorice los edificios con peores condiciones energéticas y abarque apoyo financiero, ayuda técnica y una fuerte protección social; porque una directiva sobre edificios, justa y ambiciosa, significa ofrecer mejores edificios para mejorar las vidas del mañana.