La fracción orgánica de los residuos, es decir todos los residuos orgánicos, peladuras, restos de comida o restos de plantas, supone casi la mitad de nuestra bolsa de basura, un 42% para ser más exactos según la caracterización realizada por la Subdirección de residuos del Ministerio de medio ambiente.

La recogida actual de los residuos orgánicos sin una separación previa, en gran parte del país, imposibilita su reciclaje, que en este caso se realizaría mediante el compostaje. Tal y como se recoge ahora, la materia orgánica semezcla con otros residuos y, a pesar, de aplicar diferentes tratamientos, el producto resultante no sirve, ya que no tiene la calidad suficiente para destinarse a suelos agrícolas o forestales y, por lo tanto, los agricultores y agricultoras no lo compran. Por este motivo necesitamos sistemas que consigan un compostaje de calidad, para que realmente se utilice y no se quede abandonado en las plantas o eliminado en vertedero o incineradora, como una medida de buenas palabras, pero sin aplicación práctica.

La Directiva europea Marco de residuos exige a todos los estados de la UE que en 2020 reciclen el 50% de los residuos que generen. Por lo que es inevitable avanzar hacia una recogida en origen de los residuos orgánicos, elaborar un compost de calidad y frenar así el avance de la desertificación en nuestros suelos, cada vez más dañados con el avance del cambio climático; una situación que se irá agravando.

Los campeones del compostaje

Por esta razón muchos municipios ya se han sumado a la recogida selectiva de la materia orgánica, y comunidades y municipios como Navarra, Madrid o Valencia, acaban de anunciar su puesta en marcha. ¿Pero cómo aplicarla? Existen diferentes modelos de recogida, cada uno con sus ventajas y desventajas. En nuestro estudio analizamos 5 modelos diferentes que ya están en marcha en nuestro país. Como habrás visto hemos hecho un ranking de los mismos, vamos del quinto puesto al campeón por excelencia, aquí te los explicamos:

5º. El quinto contenedor abierto (hemos analizado el caso de Barcelona). Consiste en añadir un contenedor más al modelo actual. Es decir, ahora mismo depositamos envases, vidrio, papel/cartón y resto en contenedores diferenciados. Con el quinto contenedor, a estos contenedores le sumaríamos uno más: el de la materia orgánica. ¿Pero por qué está en quinto lugar en nuestro ranking? Básicamente porque la cantidad de residuos impropios que se echan a este contenedor es muy elevado.

4º. Húmedo-seco (analizamos el caso de la mancomunidad de Barbanza, en Galicia). Consiste en cambiar el paradigma actual, y separar los residuos en orgánicos e inorgánicos, pero respetando las recogidas de vidrio y papel/cartón por separado. Es decir,  al contenedor actual de envases, se añadirían el resto de residuos como bolígrafos, juguetes, perchas, etc. En la parte orgánica solo se recogería la materia destinada al compostaje. Los residuos impropios que encontramos con este sistema de recogida están muy cerca de los resultados del quinto contenedor.

3º.  Quinto contenedor con llave (analizamos el caso de Pamplona). Es el mismo modelo que el quinto contenedor anterior, pero en este caso solo participa la ciudadanía dispuesta a separar los residuos orgánicos. Las personas que quieran recibirán una llave para poder depositar sus residuos en este contenedor de materia orgánica. El compost es de mayor calidad que con el abierto, pero la cantidad es inferior, pero claro, al menos conseguimos un compost que realmente devuelve nutrientes a los suelos.

2º. Puerta a puerta (estudiamos el puerta a puerta de Esporles, en Mallorca). Se trata de una recogida individualizada por hogar, sin necesidad expresa de contenedores, en la que cada día se sacan los residuos que corresponden con un calendario establecido. Un día tocaría el vidrio, otro el cartón y el papel, por ejemplo, y la fracción orgánica sería una de las que se recogería con mayor frecuencia. Los resultados de separación son excelentes.

1º. Compostaje comunitario (se analiza el caso de Hernani). Se ubican varios compostadores en distintas zonas, y la ciudadanía que participa lleva sus restos orgánicos a los mismos. De esta forman participan de forma activa en el proceso de compostaje y el resultado del compost es de gran calidad.

La complicación del compostaje comunitario es que no todo el mundo participaría en el proceso. Sin embargo la combinación de varios sistemas, como el puerta a puerta y el compostaje comunitario, conseguiría los mejores resultados: la separación adecuada de la materia orgánica, y como resultado, un compost de calidad.