Las negociaciones de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entran en fase crítica
La Conferencia de las Partes, la negociación de cambio climático de naciones Unidas que se está celebrando en la ciudad sudafricana de Durban, ha entrado en el tramo ministerial. Los técnicos de los diferentes países dejan paso a los ministros y ministras para que tomen las decisiones políticas, en otras palabras, cuál es su grado de compromiso, su ambición en la reducción de gases de efecto invernadero y la financiación que están dispuestos a poner sobre la mesa para la lucha frente al cambio climático.
Pero en este momento las negociaciones se encuentran en un momento muy crítico. Una serie de países industrializados se oponen a mantener vigente el Protocolo de Kyoto y están retrasando una vez más la puesta en marcha de un nuevo tratado complementario al anterior acuerdo.
Amigos de la Tierra pide a la Unión Europea un liderazgo real de la cumbre de Durban
«Insistimos una vez más en el peligro que supone que el Protocolo de Kyoto expire y los países responsables de la crisis climática queden exentos de una obligación internacional para reducir sus emisiones. Dentro de los países industrializados la UE es el único grupo progresista en las negociaciones y, sin embargo, su posición sigue siendo débil. Estas debilidades en la posición Europea son fruto de la división interna entre países. Si la Unión Europea no estuviese dispuesta a arreglar los vacíos legales del Protocolo de Kyoto, sus objetivos de reducción serían menores que los de los países no industrializados«, señalaba Alejandro González, responsable del área de cambio climático y energía de Amigos de la Tierra.
Las negociaciones de Naciones Unidas podrían alargarse
«Por otro lado, condicionarlo a un nuevo mandato para alargar las negociaciones mucho más allá deslegitima el proceso, ya que no respeta el compromiso adquirido en Bali y significa continuar con las negociaciones hasta que sea demasiado tarde», añadía González.
Aunque Europa ha sido capaz de salvar a los bancos responsables de la crisis financiera, ahora están utilizando el argumento presupuestario para evitar el compromiso de una financiación transparente, adicional y suficiente para los países más vulnerables.