Las contribuciones al Fondo Verde para el Clima están lejos de los objetivos planteados
Amigos de la Tierra exige a los países industrializados que doten al Fondo con las contribuciones prometidas en 2014
El Fondo Verde para el Clima (GCF por sus siglas en inglés) denunció el pasado 30 de abril que la mayor parte de las naciones han obviado la fecha límite para transferir los fondos prometidos. El Fondo cuenta en la actualidad con una dotación que queda muy por debajo de las necesidades planteadas. El GCF es clave para conseguir suficientes recursos económicos que garanticen un futuro digno y sin gases de efecto invernadero a los países más vulnerables. Sin embargo a fecha del 30 de abril, se han ingresado únicamente 4.000 millones de dólares.
Amigos de la Tierra denuncia que el Fondo solo cuenta con el 42% de la cantidad comprometida en el periodo inicial de propuestas de 2014, mientras se debería haber alcanzado un mínimo del 50% (4.700 millones de dólares). El total comprometido es inferior a 10.200 millones para un periodo de 4 años, unos 2.500 anuales. Esta situación revela que los países ricos no demuestran un compromiso real con la financiación de la lucha contra el cambio climático. “Ningún país vulnerable puede realizar un cambio de modelo energético o enfrentarse a las consecuencias del cambio climático sin los fondos indispensables”, ha advertido Alejandro González, responsable del área de clima y energía de Amigos de la Tierra. “Son fondos para lidiar con eventos meteorológicos extremos, crisis de salud pública o crisis alimentarias exacerbadas por las sequías”, ha añadido González.
La financiación climática es una pieza esencial para el acuerdo internacional que se debe firmar en la Cumbre del Clima de París en diciembre de este año. Amigos de la Tierra recuerda que para 2020 se deben alcanzar las cifras de financiación anual de 100.000 millones, pero la falta de compromiso actual no permite esperar grandes avances, incluso tratándose de un compromiso económico de mínimos. Por ello, la organización insta a los países industrializados a transferir de una vez el dinero al Fondo, en línea con los principios de justicia climática y responsabilidad histórica de las emisiones de gases de efecto invernadero.