La Unión Europea no necesita nuevos transgénicos para alimentar al ganado
La Unión Europea no necesita nuevos transgénicos para alimentar al ganado
Amigos de la Tierra rechaza las amenazas sobre “consecuencias dramáticas para la agricultura” realizadas por la Comisaria Europea
Amigos de la Tierra advirtió a los Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) de que no rebajen las medidas de seguridad sobre las importaciones de organismos modificados genéticamente (OMG o transgénicos). El asunto se debatió ayer en el Consejo Europeo de Agricultura como consecuencia de la campaña de presión emprendida por la industria biotecnológica y de fabricación de piensos. Su objetivo es convencer a los políticos de que Europa puede quedarse sin materia prima para alimentación animal como resultado de la actitud estricta de la UE en materia de transgénicos. Amigos de la Tierra rechaza este argumento.
David Sánchez, responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra afirmó: “Las industrias de piensos y de transgénicos están intentando sembrar el pánico, afirmando que las medidas de seguridad de la UE ante los transgénicos amenazan la capacidad europea de alimentar su cabaña ganadera. La UE no puede sacrificar su seguridad alimentaria basándose en alarmistas e injustificadas afirmaciones de la industria”.
Tras el debate, centrado en los conflictos comerciales con los países que cultivan transgénicos y que sufren una amplia contaminación genética de sus cultivos y la supuesta necesidad de acelerar la aprobación de nuevos OMG, la Comisaria Europea de Agricultura Mariann Fischer Boel afirmó en rueda de prensa: “es importante que los países de la UE sepan que las decisiones que se tomen para posponer la aprobación de transgénicos pueden tener consecuencias dramáticas”.
Amigos de la Tierra quiere destacar que no está en absoluto justificada una rebaja en las medidas de seguridad de la UE. La alarma sobre la falta de materia prima para alimentación animal es exagerada y la subida de los precios de los piensos no se debe a que las normas de seguridad sobre transgénicos de la UE sean más estrictas que en otras regiones.
Maíz
Un informe elaborado por la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea [1] establece de forma clara que incluso si todos los países que actualmente exportan a la UE comenzaran a producir maíz transgénico cuya seguridad no ha sido demostrada según las reglas europeas, la UE podría alimentar a su cabaña ganadera con maíz cultivado en la UE o con importaciones de otros países productores.
Soja
El precio de la soja está aumentando, pero no como resultado de la política de “tolerancia cero” sobre OMG, si no porque cada vez se cultiva menos soja para alimentación animal y más para producir agrocombustibles (o biocombustibles). Por ejemplo, la cantidad de superficie agrícola destinada por EE.UU. para cultivo de soja cayó un 15% en 2007 porque los agricultores estadounidenses prefieren cultivar maíz para etanol. [2] EE.UU. es el mayor productor mundial de soja.
Al mismo tiempo, el consumo total de piensos producidos a base de soja está aumentando a un ritmo del 5 % (5 millones de toneladas) cada año, al incrementarse la cabaña ganadera asiática, especialmente en China, para cubrir la cada vez mayor demanda de carne de estos países. La disponibilidad global de soja disminuye a un ritmo del 2% cada año. [3]
Para completar la situación, hay que considerar que la UE tiene limitada su capacidad para producir proteínas vegetales (como la soja) en función de los Acuerdos de Blairhouse con EE.UU., con el resultado de que la UE tiene que importar el 70% de las proteínas vegetales que consume. [4]
“Cada vez más países de la UE están prohibiendo el cultivo de transgénicos, como Austria, Grecia, Polonia o Francia, y ayer lunes Alemania solicito una moratoria sobre nuevas aprobaciones. No podemos caer en la hipocresía de no querer cultivarlos en Europa por sus impactos ambientales y sus riesgos para la salud, pero si importarlos de terceros países” añadió David Sánchez.
Amigos de la Tierra considera que la solución a esta situación debe pasar por:
– Una reforma de la industria ganadera para reducir su demanda de proteínas vegetales importadas, apostando por una ganadería menos intensiva.
– Rechazar los tratados internacionales de comercio que fuerzan a la UE a importar proteínas vegetales.
– Cancelar los objetivos obligatorios de la UE para sustituir el 10% del consumo de combustibles fósiles en transporte por agrocombustibles.
– Mantener las medidas de seguridad frente a contaminación por OMG para proteger la salud de los consumidores y el medio ambiente.
Notas:
[2] FAO Food Outlook, November 2007
[3] FAO Food Outlook, November 2007
[4] Acuerdo establecido en 1966, reestructurado a partir del Acuerdo de Blairhouse
Imagen: Heartland and Jerseys