La reunión del G8 concluye con un acuerdo “falto de contenido” Amigos de la Tierra reclama un compromiso compartido y justo frente al cambio climático.

La reunión del G8, que reúne a los representantes de las ocho economías más industrializadas del mundo, concluye con un acuerdo débil y “falto de contenido”. No obstante el acuerdo revela la necesidad urgente de actuar frente al cambio climático.

En esta ocasión, ha sido la canciller alemana, Angela Merkel, la encargada de dirigir las negociaciones, que el pasado viernes llegaron a su fin sin un compromiso serio para fijar objetivos firmes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Todos los países, excepto los Estados Unidos y Rusia, firmaron un acuerdo no vinculante para reducir, al menos a la mitad, sus emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2050. Este objetivo sería, según los científicos, el mínimo necesario que podría mantener el incremento de la temperatura media global por debajo de los dos grados centígrados.

También accedieron, los ocho al completo, a continuar con las negociaciones sobre cambio climático dentro del marco de negociaciones de la Naciones Unidas, que congregará a todos los países participantes en la conferencia de Bali en Diciembre de este año. Se espera que el acuerdo final se alcance en el año 2009.

En este sentido, el representante de la campaña de Cambio climático de Amigos de la Tierra Internacional, Yuri Onodera, afirma que “Estamos un poco cansados de oír las promesas vacías que los líderes del G8 han hecho durante los últimos años. Han sido sólo palabras que no se han hecho realidad, por eso pedimos al G8 un compromiso para actuar inmediatamente, pues sólo así se podrán detener las emisiones de una forma drástica y eficaz”. Además “La administración norteamericana, que constantemente se ha opuesto a la lucha contra el cambio climático, no ha sido capaz esta vez de evitar que el resto de representantes mundiales se comprometan a actuar de forma multilateral”.

Las naciones del G8, con el 13 por ciento de la población mundial, siguen siendo responsables del 43 por ciento de las emisiones de los gases de efecto invernadero. Además continúan sin responsabilizarse de la situación de los países pobres, haciendo caso omiso del daño causado a los más vulnerables y de la deuda ecológica contraída con ellos.

“Es una lástima que aún hoy en día tan sólo 8 personas puedan decidir sobre el futuro de miles de millones. Esperemos que, como acaba de ocurrir, empiecen a reconocer que problemas comunes y globales, como es el cambio climático, se afrontan con un compromiso compartido y repartido con justicia. Hay que seguir trabajando y exigir compromisos reales a nuestros gobiernos”, recuerda José Carlos Puentes, desde Amigos de la Tierra España.