La industria de los combustibles fósiles aprovecha la pandemia para apoderarse de decenas de miles de millones de dinero público destinado a la recuperación de los países
La crisis sanitaria desatada por la propagación del Covid19 ha evidenciado una vez más la urgencia de centrar nuestra economía en el cuidado de la vida y del planeta. La Comisión Europea se ha comprometido a impulsar una reconstrucción verde y justa que permita la transición que necesitamos a un nuevo modelo libre de combustibles fósiles.
Sin embargo, el informe “Contaminadoras que se benefician de rescates pandémicos” (en inglés “Polluters profiting from pandemic bailouts”) publicado por Amigos de la Tierra Europa junto a varias organizaciones internacionales de la campaña Fossil Free Politics, revela cómo la industria de los combustibles fósiles ha aprovechado el frágil momento de la pandemia para apoderarse de fondos con los que seguir provocando daños climáticos, así como para debilitar normas medioambientales en toda Europa incluido el Pacto Verde europeo por el clima.
Mientras el parlamento europeo está votando por una nueva Ley de Cambio climático para la Unión Europea, las corporaciones más contaminantes despliegan sus mejores armas lobistas para seguir conduciendo el planeta a la catástrofe climática. Sus huellas se van implantando en las estrategias y planes de recuperación nacionales y de Unión Europea. El poder que tienen es tal que consigue redirigir muchas de las estrategias de recuperación hacia falsas soluciones como el gas fósil, la captura y almacenamiento de carbono, la compensación de carbono y el hidrógeno fósil, que no harán otra cosa sino empeorar la emergencia climática.
Italia ya ha concedido a la petroquímica Maire Tecnimont un préstamo respaldado por el Estado de 365 millones de euros como parte de su plan de recuperación. El Banco Central Europeo, que no impuso condiciones ambientales, ha utilizado bonos de crisis para rescatar a compañías petroleras como Repsol, Shell, Eni, OMV, Total y la empresa de carbón E.ON.
Según desvela el informe, en España, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) será quién gestione los fondos destinados al rescate, sin embargo, el Congreso no ha establecido para el otorgamiento de los fondos ningún criterio de exclusión relacionado con la crisis climática ni condiciones ambientales ni sociales. En marzo de 2020, el gobierno anunció un fondo público de 100 mil millones de euros en garantías y préstamos para empresas, gestionado por ICO, pero canalizado a través de – y concedido por – la banca privada. 30% de estos fondos han sido para el beneficiado de grandes corporaciones; el ICO ni siquiera hace público el listado de las corporaciones a quién está ofreciendo esta financiación. La falta del respecto al medio ambiente como requisito hace posible que las empresas de combustibles fósiles están siendo rescatadas con esos fondos.
Paralelamente, las grandes empresas españolas de combustibles fósiles como Cepsa, Repsol y Naturgy ya han adquirido bonos del Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia.
Desde Amigos de la Tierra España, junto a las grandes organizaciones ecologistas de España, ya advertimos al Congreso de los Diputados de la necesidad de concretar las medidas necesarias para abordar los enormes desafíos ambientales e impulsar la transición ecológica que necesita la economía y la sociedad.
Es urgente avanzar ya en una transición ecológica y socialmente justa. Nos encontramos frente a una oportunidad histórica y no podemos permitir que sean las empresas y el sistema dañino de siempre el que salga fortalecido de esta crisis. Amigos de la Tierra reclamamos una reconstrucción verde ambiciosa y justa.