menu2

Justicia Climática

Campañas

Justicia Climática: sin dejar a nadie atrás

Ir a Justicia Climática: sin dejar a nadie atrás

En un contexto político convulso, marcado por una creciente militarización contraria al clima y al respeto por los derechos humanos, se hace imprescindible acelerar las transformaciones sociales, económicas y políticas que permitan una transición justa y solidaria que no deje a nadie atrás y que garantice a las personas un futuro que merezca la pena ser vivido.

La justicia climática no se entiende sin justicia ecológica, social y de género. Por ello, enfoques como el ecofeminista, así como de decrecimiento justo del Norte global, se convierten en prioritarios.

En Europa, el consumo excesivo de recursos naturales está contribuyendo a incrementar la actual crisis climática, así como al aumento de las desigualdades sociales. Por ello, creemos que, tanto las multinacionales europeas como nuestros representantes políticos, son los principales responsables del cambio climático y de ensanchar el impacto de Europa en otras partes del mundo.

Los habitantes de los países del Sur, así como la ciudadanía con bajos ingresos en los países industrializados del Norte ya han soportado demasiado la carga dañina de la extracción de combustibles fósiles, del transporte y de la producción. A día de hoy estas comunidades se enfrentan a los peores impactos del cambio climático – desde la escasez de alimentos hasta la desaparición total de islas bajo el océano.

Las injusticias socio-ambientales causadas por los países industrializados al Sur Global van en aumento. En la actualidad la deuda climática que soportan los países no industrializados es tremendamente injusta, ya que sufren las peores consecuencias del cambio climático, mientras no han sido los principales responsables del problema. Por este motivo exigimos a nuestros Gobiernos que acepten la responsabilidad y hagan lo correcto allí y fomenten cambios aquí.

Las últimas Conferencias de Cambio Climático de Naciones Unidas, están lejos de ser espacios de negociación basada en la Justicia Climática donde se escuchen las demandas de las comunidades y pueblos del Sur que sufren los peores impactos de una crisis climática. Por le contrario grandes empresas se han adueñado de este espacio que debería estar reservado a la sociedad civil, y nuestros representantes políticos, se ven atados de pies y manos debido a la coyuntura socio-económica mundial del momento.

Terminan siendo un fraude ya que nunca se logra lo suficiente para que los Países del Sur global puedan hacer frente a esos impactos climáticos extremos que sufren cada vez con más frecuencia y virulencia. Con lo cual,  más allá de hacer visible el movimiento internacional por la Justicia Climática durante las negociaciones del clima, queremos encontrar nuevos aliados en la bases ecologistas y sociales y poco a poco construir un movimiento europeo por la Justicia Climática que abogue soluciones reales.

Los países del Norte Global, no cesan en su interés por imponer falsas soluciones como los mercados de carbono y el sistema de compensación de emisiones, que no dejan de ser mecanismos contraproducentes con la lucha climática al no estimular la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Lejos de ser beneficiosos significan acaparamiento de tierras, expulsión de las comunidades campesinas y pueblos indígenas, violación de derechos humanos, violencia de género, pérdia de biodiversidad y amenaza ala soberanía alimentaria. Aún así, y a pesar de su responsabilidad histórica ante la crisis climática, el Norte Global, y con ello Europa, prioriza siempre sus interese financieros.

Seguiremos apoyando a la sociedad civil y comunidades de base del Sur Global, en su denuncia y su lucha incansable por la defensa de sus territorios y de sus vidas.

Movilizar, resistir, transformar