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Ganadería extensiva: lo nuestro es un sistema de vida, no un negocio

Ir a Ganadería extensiva: lo nuestro es un sistema de vida, no un negocio 10 mayo 2022

En un mundo donde la ganadería industrial se abre paso como una apisonadora y transforma la ganadería en una fábrica de carne, existen proyectos que resisten y buscan darle la vuelta al modelo de consumo con una apuesta decidida por la ganadería extensiva, una ganadería sostenible y justa con las personas.

Laura es una de estas ganaderas que, junto a otras 127 personas agrupadas en Asoporcel, lucha por la preservación del porco celta. Nos cuenta que su primer contacto con esta raza fue de casualidad “empecé por un cerdito que daban en adopción pensando que era un mini pig, y resultó ser un porco celta”.

La asociación nace en 1999 y es la única reconocida oficialmente por la Xunta de Galicia para la gestión del porco celta. Su función es la de preservar y promocionar la raza, pero, además, promueven el cuidado de los ecosistemas, los recursos naturales y cuidan de la población, protegiendo su salud y manteniendo un mundo rural vivo. Sin embargo, a pesar de prestar todos estos beneficios, las iniciativas de este tipo se encuentran con varios obstáculos “en primer lugar la burocracia, no te facilitan comenzar un proyecto en el rural, y una vez que lo comienzas tienes muchas trabas para poder crecer. Además de un año hasta ahora, aumentan todos los costes de producción, y nos dejan sin ningún margen” nos comenta Laura.

Desde hace unos meses, el debate sobre los dos modelos de ganadería, extensiva e intensiva, ha ido ganando protagonismo, para Laura el problema radica en que “la mayor parte de la gente no conoce la diferencia entre los tipos de ganaderías. No se puede tratar por igual una granja de 5 cerdos y 25 lechones, que es lo que podemos tener algunos, con las granjas de 1.500 madres. Lo nuestro es un sistema de vida, no un negocio. No puede tener la misma consideración que las macrogranjas, que son unas fábricas.”

Sin embargo, tras lo sufrido con la pandemia desde marzo de 2020 “se está valorando más el trabajo de los pequeños agricultores, pero aún queda mucho camino por recorrer. Lamentablemente queda mucha gente que sólo mira el precio” apunta Laura.

Por si fuera poco, y a pesar de las limitaciones de la PAC (Política Agraria Común), algunas medidas que podían favorecer a las actividades agrícolas y ganaderas a pequeña escala, se están viendo frenadas con el inicio de la invasión rusa a Ucrania y el miedo al desabastecimiento. Laura considera que estas políticas “tendrían que mirar más por los proyectos locales y a pequeña escala, ayudando más a estos antes que a los grandes terratenientes”.

Sin duda, la ganadería extensiva y la ganadería ecológica son los modelos hacia donde tiene que dirigirse el sistema alimentario. Asociaciones como Asoporcel ayudan a caminar en este sentido. Sin embargo, las ayudas desde las administraciones se antojan necesarias para que estos proyectos continúen con su importante labor “deberían de mirar para que los productores tuvieran unos precios justos, porque llevan 30 años estancados”.

Son este tipo de proyectos, las personas como Laura, las que impulsan un modelo respetuoso con el medio ambiente y justo con las personas, pero necesitan de un mayor apoyo por parte de la ciudadanía y conseguir que estos modelos sostenibles se impongan a las macrogranjas.

 

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