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Cooperación

Proyectos / Proyectos de Honduras

Fortalecimiento de la seguridad alimentaria y nutricional de 220 familias vulnerables de los municipios de Apacilagua y El Corpus, Choluteca, Honduras

Financiador: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)
Importe total del proyecto: 151.524€
Fecha de inicio y fin: 2014 – 2015
Solicitante: Amigos de la Tierra
Socios locales: Asociación de Desarrollo Pespirense (ADEPES)

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Desde 2010 promovemos la soberanía alimentaria en el departamento de Choluteca con el fin de garantizar alimentos saludables y en cantidad suficiente para las familias rurales más vulnerables. Este proyecto se ha concentrado en 15 comunidades de dos municipios vecinos, El Corpus (5) y Apacilagua (10)

El objetivo es mejorar el acceso, disponibilidad, consumo y asimilación de alimentos nutritivos y ecológicos en 220 familias en situación de pobreza y pobreza extrema. El acceso y disponibilidad de alimentos sanos se ha incrementado con la puesta en marcha de iniciativas productivas y económicas sostenibles y autogestionadas. El consumo de alimentos equilibrados y la asimilación de sus nutrientes se han promovido con la apropiación de buenas prácticas nutricionales y medidas de higiene y salud familiar.

La calidad de vida de estas familias ha mejorado con la articulación de procesos de fortalecimiento de capacidades en las temáticas de: equidad de género, producción agroecológica, nutrición saludable y microemprendimientos.
La brecha de género se ha reducido con la sensibilización de 577 personas (49% mujeres) para facilitar la participación en la toma de decisiones de las mujeres y los jóvenes.

Las formaciones y giras de intercambio han fomentado la producción agroecológica a través de prácticas amigables con el entorno tales como: conservación y restauración de áreas boscosas; diversificación (variedad de cultivos), rotación (alternancia de cultivos) y asociación (combinación de cultivos); obras de conservación de suelos y agua (terrazas, barreras vegetales…); fertilizantes y plaguicidas orgánicos; etc. La teoría llevada a la práctica ha resultado en el establecimiento de 220 huertos familiares con: semillas de hortalizas y frutales; material vegetativo de tubérculos (yuca) o musáceas (plátano); equipos y materiales para sistemas de microrriego; y equipos e insumos para abonos orgánicos.

Los talleres, campañas y ferias gastronómicas han sido los canales para dar a conocer a más familias como preparar los alimentos proteicos y vitamínicos producidos a nivel local; el uso de filtros para el agua de consumo humano ha tenido gran impacto en la prevención de las enfermedades gastrointestinales.

El desarrollo local se ha impulsado con iniciativas económicas para procesar los excedentes de la producción local de alimentos perecederos como las frutas (pulpa, juguitos de frutas,…) y para conservar los granos básicos (maíz, frijol y sorgo) en almacenes comunitarios.

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