Finaliza la COP29, calderilla para la financiación climática, billones para las falsas soluciones y para alimentar el genocidio de Palestina
La COP 29 de Azerbaiyán, la mal llamada cumbre de la financiación climática, termina defraudando a la sociedad civil, y pone en jaque a las poblaciones que sufren y sufrirán los impactos de la crisis climática con desastres naturales cada vez más devastadores.
Los países del Sur Global han reiterado que la financiación es insuficiente para poder hacer frente a los eventos climáticos extremos que cada vez más a menudo azotan a las poblaciones con mayor vulnerabilidad.
Por si esto fuera poco, los países del Norte Global, han forzado la aprobación de los mercados de carbono y el sistema de compensación de emisiones, anteponiendo sus intereses económicos y geopolíticos y sometiendo al Sur Global.
Mercados de carbono
Desde Amigos de la Tierra criticamos las medidas adoptadas en materia de mercados de carbono y responsabilizamos a los países del Norte Global de llevar a las comunidades del Sur hacia el colapso.
El doble rasero de la Unión Europa es inadmisible. Se levanta de la mesa de negociación en señal de protesta por no estar alcanzando un acuerdo en materia de género, y sin embargo, no sólo allana el camino para la implementación de los mercados de carbono, sino que cede ante las presiones de EEUU y da rienda suelta a las peticiones de grandes corporaciones. Así, el resultado final ha sido una puerta abierta de par en par a tecnologías arriesgadas y no probadas que no reducirán emisiones, sino que causarán estragos en las comunidades campesinas e indígenas con mayor impacto en la vida y cuerpos de las mujeres.
La plena operatividad del artículo 6 – mercados de carbono – permite por un lado, que los gobiernos puedan cumplir sus objetivos en materia de mitigación a través de falsas soluciones, en vez de reducir de forma real sus emisiones, y a las empresas contaminantes sus objetivos corporativos de lavado verde mientras continúan con sus emisiones fósiles.
Estas falsas soluciones van desde proyectos de geoingeniería como los sistemas de captura y almacenamiento de carbono tanto terrestre como en los océanos, así como ciertos tipos de soluciones basadas en la naturaleza.
Además, la aprobación de los esquemas de compensación de carbono significa acaparamiento de tierras, expulsión las comunidades campesinas y pueblos indígenas, violación de derechos humanos, violencia de género, pérdida de biodiversidad y amenaza a la soberanía alimentaria. Dentro de estas compensaciones, se han incluído finalmente unos 1.700 proyectos anteriores a través del Protocolo de Kioto, la mayoría de ellos cuestionados por la propia Comisión Europea. Todos ellos serán llevados a cabo en los países del Sur.
Sin embargo, y a pesar de la responsabilidad histórica del Norte Global ante la crisis climática, han primado defender los intereses financieros a la vida en general y en particular de las personas más vulnerables.
Financiación climática y Palestina
Como adelantábamos, finalmente el acuerdo de esta COP en materia de financiación ha resultado vergonzoso. El texto destruye la noción de responsabilidad histórica de los grandes países contaminantes, pilar del Acuerdo de París, además de impulsar la financiación privada. Esta última endeudará todavía más a los países del Sur Global, que quedan desamparados ante los efectos más devastadores de una crisis que no han provocado. Estos países, han sido obligados a aceptar un acuerdo “in extremis”, bajo la presidencia azerí que ha hecho halago de una falta de democracia imperante desde el primer día, con el beneplácito de los países del Norte Global.
Y es que la falta de transparencia y democracia en la COP29 ha sido una vergüenza. No podemos permitir que el resultado se venda como un “marco de referencia a partir del cual seguir trabajando”, como estamos escuchando de voces institucionales. Lo que se hace con ello es promover un lavado de cara a la mala praxis de los países con mayor responsabilidad en la crisis climática, usando el mismo el mismo lenguaje de la industria fósil más contaminante y grandes corporaciones. Además, resulta inadmisible que los mismos países que se han opuesto a una financiación acorde a las necesidades de los países del sur global y a las responsabilidades diferenciadas, están alimentando el genocidio en Palestina, con un gasto militar exacerbado. Todo esto es intolerable.
La esperanza: las activistas
A pesar de todo, esta COP29 ha permitido el fortalecimiento y la articulación de movimientos de base de todo el mundo que quieren garantizar una acción climática real basada en la justicia. De hecho, ya se está desarrollando una agenda común, crítica y emancipadora y los grupos locales en Brasil ya se están organizando de cara a la COP30.
Desde Amigos de la Tierra seguiremos apoyando a la sociedad civil y comunidades de base del Sur Global, en su denuncia y su lucha incansable por la defensa de sus territorios y de sus vidas. A su vez seguiremos exigiendo el fin del genocidio del pueblo palestino por parte de Israel reclamando un alto el fuego ya.