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El nuevo informe del IPCC es contundente: estamos ante la última oportunidad de aumentar la ambición de las políticas climáticas

Ir a El nuevo informe del IPCC es contundente: estamos ante la última oportunidad de aumentar la ambición de las políticas climáticas 9 agosto 2021

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) ha hecho público hoy el avance de los resultados del Grupo de Trabajo I, donde se aborda la compresión física más actualizada del sistema climático y alerta sobre los escenarios a los que nos enfrentaremos si no se toman las acciones urgentes y necesarias. Se trata de una de las tres partes que conformarán el Sexto Informe de Evaluación cuya publicación se espera en 2022. Si bien, estas advertencias han servido de muy poco hasta la fecha, esta podría ser la última oportunidad de poder evitar consecuencias todavía más desastrosas.

“Cada fracción de grado importa. Hace años que la ciencia nos viene reclamando urgencia pero los líderes mundiales han hecho oídos sordos y la gente, especialmente las comunidades y pueblos de los países del sur Global, mujeres y colectivos más vulnerables está pagando el precio con su salud, con sus vidas” declara Cristina Alonso Saavedra, responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra.

En este sentido este informe es tajante: ya no hay duda científica de que la crisis climática ha sido producida por el ser humano. Muchos de los cambios que se están experimentando no tienen precedentes en siglos. Y gran pate de ellos, ante la inacción durante años y años de gobiernos y empresas, ya son irreversibles, como la continua subida del mar, la salud de los océanos o el deshielo de Groenlandia. Si bien, es posible ralentizarlos para que sus impactos sean menores, así como frenar la llegada a puntos de no retorno de otros, esto no será posible si gobiernos y grandes empresas siguen haciendo caso omiso.

Una vez más, hacemos un llamamiento a la urgencia del aumento de ambición en las políticas climáticas así como el abandono de políticas de greenwashing que llevan a cabo muchas grandes empresas principales causantes de esta crisis, muchas veces amparadas por la gran estafa de las emisiones “cero netas” que son sencillamente los nuevos intentos de las industrias contaminantes de eludir su responsabilidad de actuar para abordar la crisis climática. Solamente una reducción fuerte y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, entre ellos el metano, con justicia social y ecológica, limitaría el calentamiento global y con ello la crisis climática.

En este sentido, tanto el Gobierno español como la UE en su conjunto han planteado objetivos totalmente insuficientes e insolidarios de reducción de emisiones. Así como acciones a llevar a cabo totalmente contrarias a lo señalado por la ciencia climática, con casos tan extremos como la aprobación de la construcción del gasoducto del Mediterráneo Occidental (EastMEd) o a nivel nacional la posible ampliación de aeropuertos como el de Barcelona o Madrid.

Es necesario transitar de forma urgente hacia una economía descarbonizada con justicia social y de género. Las energías renovables, especialmente solar y eólica, son clave para ello pero sólo si promueven la soberanía energética, donde se protejan los derechos de las comunidades, sean accesibles para todas las personas y fomenten una democratización en lugar de seguir manteniendo el oligopolio energético.

Si el gobierno quiere demostrar que realmente respeta a la ciencia puede empezar por aumentar la ambición de sus políticas climáticas como el objetivo de reducción de emisiones al 2030, apostar por una transición energética hacia las renovables con justicia social a través de impulsar a las comunidades energéticas y paralizar la previsión de ampliación de los aeropuertos” ha declarado Cristina Alonso.

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