El Convenio sobre la Diversidad Biológica y la COP15
El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CBD por sus siglas en inglés), establecido en el año 1993, reúne a los gobiernos con el fin de definir estrategias mundiales en torno a tres objetivos:
• La conservación de la biodiversidad
• El uso sostenible de los componentes de la biodiversidad
• La distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos.
El Convenio sobre Diversidad Biológica produjo dos acuerdos internacionales importantes hasta la fecha:
• El Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la biotecnología que entró en vigor en 2003 con el objetivo de proteger el medioambiente de los riegos potenciales que suponen los organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos.
• El Protocolo de Nagoya sobre el Acceso a los recursos genéticos entró en vigor en 2014 y su objetivo es distribuir justa y equitativamente los beneficios que se deriven de su utilización.
La Conferencia de las Partes sobre biodiversidad (COP) también ha implementado muchas decisiones positivas que han ayudado a promover la integridad de los ecosistemas y el medioambiente y a potenciar los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
En 2010 la Conferencia de Nagoya adoptó un Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, que incluyó las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica para el período 2011-2020. Tras la infructuosa implementación de estas metas, las negociaciones se centraron en el Marco Mundial de la Diversidad Biológica posterior a 2020.
El próximo mes de diciembre, se celebrará la Conferencia de la ONU sobre la Diversidad Biológica (COP15) en Montreal, Canadá, del 7 al 19 de diciembre de 2022, en la que se adoptará un nuevo marco mundial sobre diversidad biológica.
Desde Amigos de la Tierra participaremos en la misma, poniendo el foco en los riesgos que entrañan soluciones tales como “naturaleza positiva”, un concepto sin sentido que permite la destrucción de la biodiversidad en una zona siempre y cuando se restaure en otra. Una herramienta embebida en el núcleo del Marco Mundial de la Diversidad Biológica Pos-2020.
Nuestro trabajo en el Convenio sobre la Diversidad Biológica
En respuesta a la amenaza del colapso de la biodiversidad y los efectos de la deforestación a nivel mundial, Amigos de la Tierra Internacional ha participado desde 2004 en el CBD. La crisis de la biodiversidad está indisolublemente ligada a las crisis ambiental, climática y social, y por eso, para salvar la biodiversidad y resolver estas múltiples crisis se requiere un cambio de sistema. Desafortunadamente, el dominio de las empresas en la CBD está socavando estos procesos de vital importancia. Estaremos trabajando en colaboración estrecha con la Alianza CBD y elaborando análisis en profundidad, y presionaremos para lograr soluciones reales lideradas por los pueblos para hacer frente a la pérdida de biodiversidad. Junto con la Alianza CBD hemos aportado nuestra visión de un Marco Mundial de la Biodiversidad.
Es necesario recalcar el papel vital que desempeñan los pueblos indígenas y las comunidades locales en el marco mundial sobre la biodiversidad. Son los verdaderos guardianes de la biodiversidad y los que van a garantizar unos ecosistemas sanos y vivos. Consideramos que los derechos de las comunidades están profundamente entrelazados con la protección de los ecosistemas en los que viven. Cuando las grandes empresas invaden esos territorios, las defensoras y defensores ambientales dan un paso al frente para proteger a sus comunidades, su entorno y los recursos naturales.
Proteger la naturaleza significa garantizar que haya normas claras y aplicables para que las grandes empresas protejan plenamente la biodiversidad, los ecosistemas, los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y los derechos humanos. Es indispensable combatir las causas estructurales, así como a los impulsores y agentes directos e indirectos de la pérdida de biodiversidad. Tenemos que garantizar que todos los sectores económicos tengan en cuenta e integren la biodiversidad. Tenemos que hacer frente a la agricultura y ganadería industrial, que afecta gravemente a la biodiversidad.
No podemos permitir que se negocie con la naturaleza, que su protección dependa del mercado, o admitir las compensaciones de biodiversidad, es decir la destrucción de un bosque y reforestar en otras zonas. Las soluciones tecnológicas por sí solas no son la respuesta y éstas deben basarse en el principio de precaución. Tenemos que vivir dentro de los límites planetarios. Las soluciones a la crisis de la biodiversidad ya existen y se expresan en la agroecología y las soluciones comunitarias. Sólo tenemos que amplificarlas como parte de un marco mundial de la diversidad biológica definido y liderado por los pueblos, que sea fuerte y verdaderamente eficaz.