Duplicar la vida útil de móviles y portátiles evitaría emisiones de CO2 equivalentes a las emisiones anuales de 17.000 coches
- Publicamos el informe “Alargascencia: beneficios ambientales de alargar la vida útil de teléfonos móviles y portátiles en España” en el que calcula ahorro de CO2, energía y minería
- En uno de los momentos más consumistas del año, el Black Friday, demostramos que es posible otro modelo de producción y consumo acorde a los límites planetarios
- Demandamos al Gobierno que implemente medidas de Alargascencia para combatir la obsolescencia programada de estos productos y romper con el excesivo poder de los grandes fabricantes y marcas
A las puertas del Black Friday, una de las citas más consumistas del año, desde Amigos de la Tierra publicamos el informe “Alargascencia: beneficios ambientales de alargar la vida útil de teléfonos móviles y portátiles en España”, que calcula el impacto que tendría aumentar la vida útil de estos dispositivos en una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ahorro de energía y una menor necesidad de minería.
El informe, que hemos realizado en colaboración con el Instituto Energía y Eficiencia de los Recursos de la Universidad de Zaragoza, calcula, por ejemplo, que si se duplica la vida útil de móviles y portátiles se podrían evitar hasta 28 millones de toneladas de CO2 eq. hasta el año 2040, lo que equivale a las emisiones anuales de 17.000 vehículos privados. En escenarios de ahorro más modestos, alargar la vida de los móviles nuevos y en circulación dos años y medio supondría dejar de emitir el C02 que producen 4.000 coches en un año (6,6 millones de toneladas de CO2 eq. hasta 2040).
La investigación pone cifras a los problemas que causa la sobreproducción tecnológica en el modelo económico actual. La fabricación de aparatos como teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles se ha disparado desde finales del siglo XX. La generación de residuos ha crecido al mismo ritmo debido a la vida útil tan corta de estos productos. Actualmente un smartphone es desechado de media a los 3,5 años de vida y un ordenador portátil a los 6 años. Este reemplazo no se debe en general a fallos físicos del producto, sino a lo que se conoce como “obsolescencia programada”, las técnicas y estrategias que grandes fabricantes y marcas usan para incitar a la persona consumidora a cambiar sus dispositivos por otros nuevos.
Por el contrario, promover la “Alargascencia” (implementar medidas para alargar la vida útil de estas tecnologías) supone beneficios no solo a la hora de afrontar la emergencia climática sino en el ahorro de energía. Por cada año que se alargue la vida útil de un smartphone se reduce el consumo de energía en 1.389 GWh (entre 2024 y 2040), lo que equivale al consumo eléctrico anual de una ciudad del tamaño de Zaragoza (425.000 hogares).
Minerales críticos para la transición energética y digital
Mantener las tecnologías más tiempo en uso tiene un impacto obvio en el ahorro de minerales. Móviles, portátiles y otras tecnologías de la comunicación necesitan cada vez una mayor cantidad y diversidad de minerales. Sólo la placa electrónica de un smartphone contiene 54 de los 118 elementos de la tabla periódica. Estos minerales provienen de operaciones de minería muy contaminantes, que causan graves daños a la naturaleza y las poblaciones locales, tanto dentro como fuera de España, principalmente en los países del Sur global.
Tenemos un sistema tan irracional que estamos impulsando algo sumamente contaminante como la minería mientras toneladas de minerales críticos se desperdician en vertederos e incineradoras, dañando al entorno y a las personas. Es crucial aumentar el reciclaje de metales, que hoy está en niveles irrisorios, pero también debemos aprovechar más las tecnologías en curso.
Según el informe, si se amplía un año la vida útil de los móviles y la de los portátiles un año y medio podríamos evitar la extracción de casi 5 toneladas de oro hasta 2040. Esto equivale a 3 veces la producción anual media de oro en España entre los años 2011 y 2021. Además, de los metales que contiene un smartphone en su placa, 35 son considerados fundamentales o estratégicos por la Unión Europea. Al alargar la vida útil de los móviles tan solo un año se podrían ahorrar 29 toneladas de litio de aquí a 2040, lo que equivale al litio contenido en más de 4.000 baterías estándar de coche eléctrico.
Alargar la vida útil de los dispositivos electrónicos permite ahorrar minerales escasos y necesarios para acabar con el uso de combustibles fósiles, como la producción de energía renovable en manos de la ciudadanía. Aumentar un año y medio la vida de los portátiles permitiría ahorrar la cantidad de neodimio (un tipo de tierras raras) necesaria para fabricar 1.416 aerogeneradores de 3MW. Para poner este dato en perspectiva, se ha calculado que hacen falta 15 aerogeneradores de 3MW para abastecer de energía a 20.000 familias.
Urge atajar la voracidad de minerales de Europa y acabar con el sistema de dominación colonialista y extractivista en el que se basa, mientras abordamos este cambio de paradigma, hay medidas de corto plazo que pueden tener un impacto.
Por ello, demandamos al Gobierno que implemente medidas de Alargascencia para combatir la obsolescencia programada de estos productos y romper con el excesivo poder de los grandes fabricantes y marcas. Medidas que obliguen a las empresas a fabricar productos duraderos y fáciles de reparar, así como a garantizar un derecho universal a la reparación para las personas consumidoras.