En el Día Internacional de la Mujer 8 de marzo, queremos que se escuchen nuestras voces de indignación por el brutal asesinato de nuestra compañera, Berta Cáceres – líder indígena lenca, coordinadora de la comunidad, activista por los derechos humanos y ambientales. Berta fue asesinada en su casa, en el departamento de Intibucá, Honduras, de madrugada el 3 de marzo, a su lado se encontraba el activista mexicano, Gustavo Castro Soto, coordinador de Amigos de la Tierra México/ Otros Mundos, quien resultó gravemente herido por los mismos hombres armados.

Honduras ha sido el escenario de una ofensiva contra la disidencia pacífica desde el golpe de 2009. Las comunidades y las organizaciones defensoras de los derechos humanos que se han opuesto abiertamente a proyectos destructivos, como Berta y sus compañeros en COPING – Consejo Nacional de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras- han sufrido intimidaciones, persecuciones y asesinatos de forma continua. Sin embargo, su gobierno es cómplice de estas atrocidades, instigando el robo y la apropiación de territorios de las comunidades, favoreciendo a las grandes transnacionales. Los proyectos de minería y construcción de represas se están implantando sin el consentimiento de las comunidades afectadas, atentando directamente contra sus derechos.

Berta Cáceres ha sido una inspiración durante muchos años y lo seguirá siendo como activista, indígena y mujer. Una mujer que ha alzado su voz en defensa de las mujeres y las tierras de las comunidades locales, la tierra, el agua y los bienes comunes. A través de sus acciones, ha reforzado el papel de la mujer en la resistencia a las actividades destructivas de las empresas transnacionales y la represión a nivel estatal, a su vez ha sido clave en la construcción de alternativas basadas en conocimientos ancestrales y prácticas colectivas. En entrevistas recientes, una vez más nos animó a levantarnos de forma solidaria y colectiva, en el Sur y el Norte, contra el sistema actual, con el fin de salvar la vida de las mujeres, las vidas humanas y el planeta.

Berta nos ha demostrado que no existirá la justicia ambiental si no finalizan todas las formas de violencia contra la mujer. La violencia se utiliza como una herramienta para controlar las vidas de las mujeres y el trabajo, del mismo modo que se utiliza para controlar los territorios de la comunidad y los bienes comunes. La acumulación de bienes económicos en una época de múltiples crisis – económica, social, ambiental – es posible gracias a la opresión y la dominación de la naturaleza y del trabajo de la gente: estos recursos son explotados por unas pocas élites, que buscan beneficiar sus propios intereses.

Durante estas semanas, los grupos de Amigos de la Tierra estamos participando en acciones urgentes frente a las embajadas de Honduras en países de todo el mundo para exigir justicia inmediata por el asesinato de Berta. Nos estamos movilizando con grupos y movimientos aliados, para mostrar nuestra indignación hacia el gobierno de Honduras por la violencia estatal contra los defensores de los derechos ambientales y humanos, y por defender las operaciones de grandes multinacionales que están atentando contra el interés general.

Desde Amigos de la Tierra nos sumamos a las demandas de COPINH:

– Exigimos justicia
– Exigimos el fin de la impunidad
– Exigimos una investigación independiente sobre el asesinato de Berta, con jueces y expertos internacionales
– Exigimos el fin de las actividades paramilitares en el país, con el apoyo de gobiernos extranjeros
– Exigimos el cese a la persecución de los defensores de los derechos de las comunidades
– Exigimos los cambios necesarios en Honduras
– Exigimos respeto a la vida

Desde Amigos de la Tierra trabajamos para avanzar hacia un mundo pacífico y socialmente justo. Este mundo estará más cerca con la lucha de las mujeres. Expresamos nuestra solidaridad con nuestras compañeras de todo el mundo que luchan por sociedades sostenibles y para la igualdad entre mujeres y hombres. Estamos en solidaridad con la familia de Berta y la comunidad Lenca y renovamos nuestro compromiso, como activistas mujeres y hombres, para continuar con la lucha feminista para que se ponga fin a la violencia contra todas las mujeres, y los defensores de los derechos humanos y ambientales.
En el Día Internacional de la Mujer y todos los días… ¡Somos Berta!