Día de Lucha Campesina: en Amigos de la Tierra reivindicamos la importancia del sector agrario y ganadero en tiempos de emergencia sanitaria por el COVID-19
• Con motivo de la celebración internacional del Día de la lucha campesina, 17 de abril, reivindicamos la importancia de las personas que nos alimentan, sumándonos a la campaña #SOSCampesinado.
• Exigimos al Gobierno que garantice la continuidad de la venta directa, así como la autoproducción en las huertas.
Este 17 de abril, Día de la Lucha Campesina, desde Amigos de la Tierra ponemos el foco más que nunca en la necesidad de apoyar una agricultura y ganadería local y agroecológica. La crisis del COVID-19 ha puesto de relieve el valor de las personas que trabajan la tierra para producir los alimentos que diariamente consume la población.
El cierre generalizado de los mercados alimentarios, causado por una interpretación excesivamente restrictiva de muchos gobiernos locales y autonómicos sobre las directrices decretadas por el estado de alarma ante la pandemia, está generando costes inasumibles a los productores y productoras locales. Esta situación está afectando profundamente a sus modos de vida, además de estar incrementando el desperdicio alimentario por la imposibilidad de dar salida a sus productos, y, lo que es más grave, no están llegando alimentos frescos y saludables a la ciudadanía.
Desde la asoación ecologista exigimos al Ministerio de Agricultura y Alimentación, Ministerio de Sanidad y Ministerio de Consumo que clarifiquen las instrucciones puestas en marcha en el estado de alarma ante la pandemia del COVID-19. Es necesario garantizar que los mercados de proximidad, los circuitos cortos de comercialización y la producción de autoabastecimiento puedan seguir celebrándose en todas las Comunidades Autónomas. Esto ya sucede en las Islas Baleares, a través de la venta directa de alimentos, así como en Galicia, donde siguen permitiéndose los desplazamientos a granjas, huertos y corrales de autoproducción y consumo de alimentos.
Los canales de venta directa facilitan el acceso a la ciudadanía a bienes de primera necesidad -cuya producción, circulación y abastecimiento están protegidas expresamente por el estado de alarma- ya que cuentan con condiciones óptimas de seguridad e higiene, que suelen ser superiores a las de cualquier supermercado.
La respuesta en el estado de alarma frente a la pandemia del COVID-19 debe servir para apostar por un modelo alimentario justo, saludable y sostenible medioambientalmente, que ponga en el centro a las personas que producen los alimentos y a las que lo consumen. Por ello, demandamos a las autoridades públicas que hagan un esfuerzo con el fin de mitigar el brutal impacto económico que está provocando esta crisis en las economías campesinas, y apuesten por las producciones locales y las ecológicas en la compra pública de alimentos para abastecer hospitales, centros de mayores, comedores sociales, comedores escolares o bancos de alimentos.
La agricultura, la ganadería y el sistema alimentario en su conjunto son fundamentales para dar respuesta tanto a esta emergencia sanitaria, como a la emergencia climática, la desertificación, el agotamiento de los acuíferos y a la pérdida de biodiversidad. En este sentido, emplazamos al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, MAPA, a que aproveche el proceso actual de elaboración del Plan Estratégico Nacional de la Política Agraria Común, PAC, para abordar varias cuestiones inaplazables como son:
• Definir un sistema redistributivo que apoye a pequeñas fincas ganaderas y agrícolas, estableciendo criterios que acompañen a una transición justa y agroecológica del sector.
• Poner en marcha medidas que fomenten la venta directa y los canales cortos de comercialización. Especialmente útil en este sentido es la compra pública alimentaria ecológica y de proximidad, que puede potenciarse en colegios, hospitales y demás organismos de gestión pública.
• Utilizar los recursos públicos de distribución alimentaria en beneficio de una producción agraria justa y respetuosa con el medio ambiente. Para ello el Ministerio cuenta con la empresa estatal MERCASA, responsable de la Red de MERCAS que abastece por toda la geografía española.
• Implementar una política fiscal que potencie el consumo de productos alimentarios frescos, frente a los ultra-procesados, en especial se puede incentivar la producción de alimentos ecológicos.
• Poner en marcha mecanismos que permitan una regularización de los horarios comerciales y la promoción del pequeño comercio de proximidad.
• Rechazar los tratados comerciales que ponen en riesgo la producción y consumo de alimentos saludables, sostenibles y de proximidad. En concreto está en su mano no ratificar el acuerdo de MERCOSUR que supondrá una competencia desleal en materia alimentaria y generará números impactos medioambientales y sociales.
Desde Amigos de la Tierra reiteramos la petición de coordinación de todos los ministerios vinculados con la política alimentaria, en especial a el MAPA, así como el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y el Ministerio de Consumo. La elaboración del nuevo Plan Estratégico Nacional de la PAC debe ser una hoja de ruta que impulse un sistema alimentario más justo y sostenible para la próxima década.
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