Muchas veces se nos hace difícil adentrarnos en datos incómodos, pero debemos hacerlo. Es necesario conocer la realidad para saber que aún podemos actuar, que aún hay esperanza. Sin esperanza no nos moveremos y es urgente que lo hagamos.

Hagamos frente a la realidad ambiental

La destrucción ambiental pasa cada día ante nuestros ojos, empeorando todas las previsiones y situándonos cada vez más en un punto de no retorno. Cada vez somos más conscientes de cómo la gravedad de la crisis climática afecta a nuestro modo de vida, pero el clima es solo una de las dimensiones de la crisis ecosocial que vivimos.  La pérdida de biodiversidad es una más de las crisis ambientales y no solo es la naturaleza la que  está en peligro, sino también el bienestar humano.

La tasa de extinción de especies es aproximadamente 1000 veces más rápida que la que sucedería de forma natural. Un millón de especies vegetales y animales están en peligro de extinción. Existe una disminución media de casi el 70% en las poblaciones de animales salvajes entre 1970 y 2018. Solo el 4% de los vertebrados que existen hoy en día son salvajes. Esto no son solo datos, es el reflejo de cientos de años dándole la espalda al resto de la vida. Un reflejo de lo que hoy se vuelve en nuestra contra.

Las personas somos biodiversidad

Es necesario entender que la biodiversidad es nuestra red de seguridad, hablamos de nuestros medios de vida, de los recursos naturales que facilitan nuestro día a día y que propician un entorno adecuado para que se desarrolle la vida en nuestro planeta. Cuando hablamos de biodiversidad no hablamos solo de osos polares, abejas, aves… hablamos de personas. Los seres humanos somos completamente dependientes de la biodiversidad, y de hecho, somos parte de ésta.

También estamos hablando de pandemias, de migraciones masivas, de hambre. Los procesos que surgen de los ecosistemas permiten la producción de alimentos o regular el clima y el ciclo del agua.

Sin embargo, los intentos de solventar la pérdida de la biodiversidad se han basado en la conservación de especies concretas, separándolas de las comunidades y la sociedad. Ello ha significado acciones muy poco eficaces, a pesar de todos los recursos empleados.

Un sistema que no se sostiene

Las causas reales de la pérdida de biodiversidad no se están abordando cómo se debe, lo que se traduce en que la protección de los seres vivos es mínima comparada con la dimensión de su amenaza.

Expertas y expertos coinciden en que hacen falta cambios transformadores en nuestros actuales modelos de producción y consumo. No debemos separar ser humano y naturaleza solo integrándonos conseguiremos tanto medidas de conservación eficaces, como la protección de pueblos indígenas y comunidades locales. La única forma de conservar la naturaleza es abandonando el sistema económico y político actual, lo cual, se ha demostrado científicamente.

No es posible solucionar la pérdida de biodiversidad dentro de los límites del modelo económico actual.

Si queremos sociedades eficaces en defensa de la naturaleza, debemos parar el daño que cometemos contra ésta y generar modos de vida que sean regenerativos, cuidando de las personas y del territorio. Pero también favorecer un cambio de mentalidad para construir sociedades que pongan la vida en el centro. Porque todos los seres humanos tienen el derecho fundamental a un medio ambiente adecuado para su salud y bienestar, reconocido incluso en la Constitución. Pero este derecho no se respeta.

Trabajamos por el derecho a la naturaleza

Desde Amigos de la Tierra ya trabajábamos por la biodiversidad, ya que defendiendo un modelo agroecológico o la energía renovable comunitaria evitamos las causas de su pérdida. Pero ahora queremos darle un lugar propio. Para ello,  nuestro trabajo en el área de biodiversidad se centra en:

• Exigimos que se reconozca y respete el “derecho a la naturaleza”, incorporando esta en los medios más humanizados, como las ciudades o el campo.
• Luchamos para que aumente la ambición en los objetivos de restauración de ecosistemas y lograr resultados concretos en ese sentido.
• Resistimos y denunciamos las falsas soluciones, como la financiarización de la naturaleza o la compensación de ecosistemas.
• Construimos también movimiento social, contribuyendo entre otras cosas a la formación, resiliencia y narrativa del mismo y a la construcción de alianzas entre distintos actores.

La necesidad de actuar con urgencia es muy clara. Seguir como siempre ya no es una opción. Necesitamos un cambio transformador, redefiniendo nuestra manera de actuar en todos los ámbitos y en todas las políticas para un futuro más esperanzador para la naturaleza y todas las especies que tenemos derecho a ella.

Queremos presentarte nuestro Manifiesto por la biodiversidad,  una síntesis de cómo entendemos y trabajamos la biodiversidad en Amigos de la Tierra y cómo contribuir, en los plazos que marca la ciencia, a detener la pérdida de biodiversidad a escala estatal e internacional, así como a su promoción y restauración, empoderando y organizando para ello a las comunidades y sectores más vulnerables.

Si quieres estar al tanto de lo que pasa en biodiversidad y empezar a formar parte del movimiento social, apúntate al formulario: