Cumbre de Río+20: Amigos de la Tierra demanda una economía al servicio de las personas y del planeta
Hoy, 20 de junio, comienza la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro, una de las citas más significativas para el medio ambiente y la sociedad. Amigos de la Tierra considera necesario que la ONU responda a los intereses de la gente y que acuerde medidas eficaces para frenar las crisis ambiental, social, climática y financiera.
Desde que en la Cumbre de Río, en 1992, los países se comprometieran a tomar medidas para frenar el deterioro medioambiental y las injusticias sociales, en la actualidad, son muy pocos los acuerdos que se han alcanzado. El bloqueo al que se ven sometidas las negociaciones multilaterales para solucionar las crisis, viene determinado por la creciente influencia que están adquiriendo las grandes empresas en Naciones Unidas, según el informe publicado ayer por Amigos de la Tierra Internacional.
Por este motivo Amigos de la Tierra insta a las delegaciones oficiales, especialmente a España, a defender los intereses sociales y medioambientales, y apostar por alternativas reales y sostenibles a largo plazo, basadas en criterios sociales y medioambientales.
La soberanía alimentaria y la justicia económica y socio ambiental son claves para encauzar Río+20 por el buen camino
La ONU es el único espacio para afrontar los problemas globales que afectan a toda la humanidad, sin embargo, los Estados miembros están tomando decisiones basándose en intereses empresariales, en vez de responder al interés general. Ante esta situación, se está celebrando la Cumbre de los Pueblos también en Río de Janeiro, donde participa activamente la sociedad civil, justo las voces que deberían ser escuchadas y tenidas en cuenta durante la Cumbre de Río+20.
economía al servicio de las personas
La asociación considera que la ONU debe encontrar soluciones reales que respondan al interés de los pueblos, basadas en el principio de «responsabilidades compartidas pero diferenciadas», tal y como se acordó hace 20 años. Por el contrario, las multinacionales están promoviendo la “economía verde” en la Cumbre, una iniciativa que busca eludir una vez más la responsabilidad de las grandes empresas en el deterioro ambiental y social. La propuesta se basa en falsas soluciones y sigue tratando a la naturaleza como una mercancía.
Hector de Prado, portavoz de Amigos de la Tierra España, ha señalado que “no es el momento de postergar decisiones. Bancos y multinacionales ya han usado el término «economía verde» como un caballo de Troya para tomar las negociaciones, ahora no podemos permitir que los causantes del actual desequilibrio social y ambiental del planeta también tomen las decisiones en nombre de los estados y la gente”.
La Cumbre de Río+20 debería representar una oportunidad para poner fin al control corporativo en la ONU, y lograr un cambio profundo que garantice un futuro para las personas y La Tierra basadas en la soberanía alimentaria, la justicia económica y socio ambiental.