Kněžice, Un pueblo energéticamente autónomo

Gracias al uso de biomasa local, el pueblo de Kněžice, en la República Checa, ya no tiene que pagar carbón importado y puede hacer ese gasto en empresas locales. Tras varios años en funcionamiento, hay evidencias claras de que el proyecto ha dinamizado la economía local y ha reducido las emisiones de CO2.

“La central de biomasa va bien con nuestra mentalidad local de campesinas/os,” dice Milan Kazda. “Las/los agricultores producen material orgánico, el ayuntamiento se lo compra y el calor producido se vende a las/los vecinos, con lo que el flujo financiero se queda en el pueblo. No hay revolución, solo una autosuficiencia local de lo más normal, como la que teníamos antaño. Solo queríamos volver a las raíces”.

La central actual consta de dos partes: la central de biomasa, que produce calor para el pueblo, y la planta de biogás, que produce calor y electricidad inyectada a la red.

La central de biomasa, al norte del pueblo, quema material orgánico de varias procedencias, sobre todo astillas de madera y paja de explotaciones agrícolas locales. El calor generado recorre 6 km en tuberías perfectamente aisladas y llega a 150 hogares del pueblo, que se proveen así de agua caliente y calefacción.

La planta de biogás usa residuos orgánicos, como estiércol animal procedente de cooperativas agrícolas del pueblo, residuos forestales o de jardines, residuos procedentes de fosas sépticas, ¡incluso restos alimentarios de restaurantes de la zona! Un material que otrora se consideraba basura, ahora se ha convertido en un preciado recurso energético. Esta planta produce calor y electricidad –unos 2.600 MWh de electricidad al año-. Los subproductos del proceso se usan también como fertilizantes.

La regla operativa que se respeta es usar únicamente la planta de biogás (que se nutre solo de residuos), mientras se cubran las necesidades de calor. Durante el invierno (o en días fríos), funcionan tanto la planta de biogás como la de biomasa.

Este proyecto es uno de los primeros de este tipo en la República Checa y tuvo que superar muchos obstáculos. En vez de vender directamente a las vecinas y vecinos, el ayuntamiento ha de vender la electricidad a la red, y las vecinas/os han de pagarla cinco veces más cara. Eso impide que muchos otros pueblos se sumen a proyectos energéticos similares y también ha sido un obstáculo a que el de Kněžice se desarrolle aún más, aunque el pueblo ya ha decidido colocar paneles fotovoltaicos en los tejados municipales en cuanto la legislación lo permita.

  • Lugar: Kněžice – República Checa

  • Tipo energía: Biomasa

  • Objetivo: Generación eléctrica, calefacción

  • Estado: Activa

En un primer momento, no todo era entusiasmo en el pueblo ante la propuesta. Una encuesta reveló que solo 80 familias tenían interés en el proyecto, y solo por lo barato que era el calor ofrecido. El alcalde Milan Kazda sabía que el proyecto solo funcionaría si la comunidad de Kněžice se posicionaba a su favor. Así que pidió a las personas ancianas y más respetadas del pueblo que se juntaran a debatir sobre el proyecto de calefacción centralizada de biomasa con las familias vecinas. De este modo, se animaron a incorporarse los 120 hogares necesarios para que el nuevo proyecto fuera viable financieramente.

En el pueblo, mucha gente tenía miedo de que el sistema dejase de funcionar. El alcalde tuvo que asegurarles que siempre podrían volver a usar el sistema antiguo, si quisieran. Aunque una vez que arrancó el nuevo sistema, comenzaron a sumarse más y más vecinas/os. Al poco de completarse el proyecto, se sumaron 27 casas más y hoy el sistema calienta al 90% de la población de Kněžice.

El de Kněžice es un buen ejemplo de cómo muchas veces se ha de comprobar que algo funciona antes de confiar plenamente. Armaos de paciencia, sobre todo en la primera fase de vuestro proyecto.