Paso 5 – Elige tu tecnología
Producir y vender energía suele ser una actividad clave para las comunidades energéticas, sea esta su actividad principal o no. Se trata de una tarea crucial, ya que, al reemplazar el uso de combustibles fósiles, ayudamos a mitigar la emergencia climática y enriquecemos la economía local.
Algunas comunidades crecen mucho y son capaces de producir energía de diferentes fuentes, pero para comenzar hemos elaborado una lista con las diferentes tecnologías por las que puedes optar:
Un parque eólico puede producir una cantidad de energía considerable, más que un huerto solar, por ejemplo. Una turbina terrestre puede producir de media más de 6 millones de kWh al año –el consumo eléctrico de 1.500 hogares–. Además, la energía eólica genera un rédito significativo que puede revertir positivamente en la comunidad, bien directamente mediante el reparto de beneficios, bien de forma indirecta, al inyectar valor añadido a la economía local.
En la mayoría de países, hay mapas eólicos que ayudan a determinar si una explotación eólica sería viable en una determinada zona. Atención, porque las turbinas eólicas están prohibidas en las inmediaciones de las bases militares, los aeropuertos o los gasoductos.
Consejos Clave:
Antes de comenzar tu proyecto de energía eólica estudia si la geografía local es la adecuada; si tu entorno jurídico es favorable, si es posible transportar una turbina a tu zona… El apoyo de la comunidad es fundamental, ve con una hoja en blanco y crea en colectivo. Plantéate incluso una consulta previa porque la aceptación de las comunidades para la implantación de una turbina no siempre es tan fácil; conseguir un terreno será lo segundo más difícil, visita nuestra guía para obtener más ideas
La mayoría de los proyectos energéticos comunitarios en desarrollo en Europa son de energía solar. En muchos aspectos, la tecnología solar es la ideal para un proyecto comunitario. Aunque no produzca tanta energía como la eólica, es más barata y más sencilla de proyectar, así que es un excelente punto de partida. La energía solar es muy apropiada para entornos urbanos y contribuye en gran medida a la creación de empleo y al desarrollo económico.
Muchas ciudades europeas han adoptado metas específicas para vincular sus propósitos políticos a objetivos cuantitativos. En Barcelona, por ejemplo, las autoridades locales están exigiendo colocar paneles solares térmicos en todos los edificios de nueva obra y remodelados de la ciudad, una postura sin precedentes en Europa que inspiró a otros 70 ayuntamientos españoles a seguir su ejemplo.
Consejos Clave:
Vigila bien las cuestiones patrimoniales vinculadas a edificios de interés; evita conflictos de prioridades entre las cubiertas verdes y los tejados solares; acuerda bien el número de paneles solares y asegúrate de tener una buena cooperación con las empresas distribuidoras.
Infórmate y súmate a esa presión por democratizar la distribución eléctrica. Puedes informarte de si tu ayuntamiento está interesado o si tiene información al respecto
Generar energía a partir del agua es uno de los procedimientos más antiguos conocidos y da lugar a proyectos con una fuente de energía y de ingresos estables. Es la razón por la cual se ubicaban los molinos harineros, las serrerías o las almazaras en las proximidades de los ríos. Los proyectos hidroeléctricos siguen el mismo principio de aprovechamiento energético del agua en movimiento para producir electricidad.
El agua que precipitaría por una cascada natural o una represa se desvía hacia un canal o una tubería para accionar una rueda o una turbina hidráulicas. Una multiplicadora transmite el movimiento al eje de un generador que produce electricidad.
Los proyectos de energía renovable hidroeléctrica a gran escala pueden causar graves perjuicios a las comunidades y al medio ambiente, pero eso no ocurre con los pequeños proyectos comunitarios que toman las precauciones adecuadas. Muchos proyectos hidroeléctricos comunitarios combinan proyectos de restauración patrimonial con la generación eléctrica.
En España, por ejemplo, en el municipio de Puente La Reina-Gares (Navarra), los vecinos y vecinas junto al Ayuntamiento han iniciado un proyecto para autoabastecerse de la energía eléctrica generada por la central mini-hidráulica “Electra-Regadío” y la instalación de energía fotovoltaica.
Consejos prácticos:
- Los proyectos hidroeléctricos necesitan permisos suplementarios para evitar causar daños al ecosistema fluvial y es capital llevar a cabo estudios de viabilidad muy exhaustivos y rigurosos.
- Asegura que la instalación no va a dañar significativamente la vida silvestre en el río/arroyo o en sus orillas.
- Comprueba que hay un sistema de control de caudal, uno de transporte de agua, una turbina, un generador y un desaguadero.
La biomasa puede considerarse una fuente renovable si procede de residuos forestales, restos de podas, residuos alimentarios o agrícolas o residuos madereros (como el serrín o las virutas).
Teóricamente al quemar madera se produce CO2. En la práctica se entiende que esas emisiones se compensarán por el crecimiento vegetal que reemplaza la materia vegetal combustionada. Sin embargo, no siempre es cierto que ese crecimiento se vaya a producir. La biomasa no es conveniente para su uso a gran escala, solo como parte de la solución para algunas comunidades, sobre todo donde los recursos puedan gestionarse de manera sostenible.
La biomasa es un material versátil que puede utilizarse para producir: calefacción o agua caliente, electricidad, una combinación de calor y electricidad en una central de ciclo combinado (CHP o cogeneración).
TU COMUNIDAD ENERGÉTICA PASO A PASO
Ya seas una persona curiosa, un grupo de personas que se embarcan en un viaje hacia las energías renovables, una autoridad municipal que está haciendo planes o una cooperativa energética ya en marcha, esta guía paso a paso es para ti