Paso 4 – Elige el objetivo de tu proyecto
Al pensar en energía comunitaria la gente suele imaginar un grupo de personas felices delante de un parque eólico o solar. Sin embargo, la propiedad ciudadana de la energía no se limita a la electricidad y la democracia energética también se está desarrollando en los sectores de la calefacción y el transporte.
Para que todo el sistema energético sea más sostenible, son necesarias acciones locales y eficientes no solo en materia de electricidad, sino también de calefacción, refrigeración y transporte.
Muchas comunidades energéticas comienzan pensando en producir energía, lo que es acertado, porque tiene gran impacto y genera diferentes beneficios:
- aumenta la disponibilidad de energía renovable en el sistema, y fomenta la desaparición de los contaminantes combustibles fósiles;
- proporciona ingresos a la comunidad, una vez saldada la inversión inicial;
- ayuda a construir el sistema energético 100% renovable que necesitamos.
El tipo de fuente de energía dependerá de los recursos y las preferencias de tu comunidad. Se puede comenzar también con un tipo de tecnología y añadir otras sucesivamente. Por ejemplo, comenzar con paneles solares en una escuela, y pasar a la eólica una vez se adquiera experiencia. Aquí puedes ver algunas reflexiones sobre los tipos de energía que puedes usar.
Debido a las condiciones climatológicas, la facilidad de instalación, el bajo coste de instalación y de mantenimiento, su operación discreta y silenciosa, así como la facilidad de instalación a medida de acuerdo con las necesidades energéticas de la comunidad, la energía fotovoltaica es, en la mayor parte de casos, la tecnología más interesante para la generación comunitaria, factible en cualquiera región del territorio español y escalable.
Consejos Clave:
Para elegir bien:
- haz un mapeo de los recursos naturales de tu zona,
- piensa en la rentabilidad de la tecnología;
- investiga sobre las licencias que necesitarías;
- mira qué financiación pública o privada hay disponible;
- investiga si podrías vender la energía y cómo.
También en los contextos rurales, donde existen menos limitaciones espaciales y, además, se dispone de recursos relacionados con la pequeña biomasa, centrada en restos de aprovechamientos forestales y restos de aprovechamientos agrícolas, se puede considerar la posibilidad de introducir sistemas de producción de electricidad a través de turbinas eólicas y de sistemas de cogeneración con biomasa de pequeña potencia. La elección del tipo de fuente de energía dependerá de cada provincia, de acuerdo con los resultados de estudios previos de los mapas de viento y de la disponibilidad de biomasa de cada provincia.
En los proyectos de generación de energía hay que conectarse a la red para poder venderla y, además, necesitaréis alguien que la compre. Se puede vender a una comercializadora verde o se puede crear una cooperativa que también tenga una licencia de comercialización para vender a sus propios miembros pero, sobre todo, debes saber a quién pertenece la distribución en tu zona. En España, casi toda la red pertenece a empresas del oligopolio que no pondrán las cosas fáciles. Una idea puede ser buscar si en tu zona hay otra comunidad energética y aprender de su experiencia, busca en nuestro mapa.
Otra manera de apropiarse la transición energética como ciudadanía es hacerse operadores de la red de distribución local. La red de distribución es el sistema de hardware y software que transporta la electricidad hasta los contadores. Apropiarse de las redes de distribución de energía es clave para la democracia energética.
En España, las redes de distribución eléctrica son propiedad de las empresas distribuidoras, donde los grupos del histórico oligopolio (Naturgy, Endesa e Iberdrola) poseen en torno al 85 % de toda la red. Además, junto a EDP y ahora Repsol, controlan alrededor del 70% de la potencia instalada a través de la generación, y el 90% de las ventas finales a través de sus comercializadoras. Es decir, son los dueños del sistema eléctrico, y esto genera abusos de poder también en el caso de conceder accesos y conexión a sus redes.
Además, en el caso concreto de las distribuidoras, a diferencia de lo que ocurre con las comercializadoras, no puedes elegirla, dependiendo del lugar en el que vives te corresponde una distribuidora u otra, ya que se asume como “monopolio natural”. La Directiva Europea 2009/72/CE del mercado interior de electricidad obliga a los Estados miembros o a los propietarios de la red de distribución a designar un gestor de la red de distribución por un periodo de tiempo determinado. España, por el momento, no ha cumplido con esta norma.
Consejos Clave:
Muchas organizaciones en España están luchando por la remunicipalización de las redes de distribución eléctricas, como la Xarxa per la sobirania energètica, entre otras.
Además, en 2020 nació la “Asociación de municipios y entidades para la energía pública” un total de 47 ayuntamientos y 2 entidades públicas de Cataluña, por ahora, que suman esfuerzos para promover la titularidad y la gestión pública de las redes de distribución de energía eléctrica.
Infórmate y súmate a esa presión por democratizar la distribución eléctrica. Puedes informarte de si tu ayuntamiento está interesado o si tiene información al respecto
Algunas comunidades energéticas han decidido constituirse como comercializadoras (suministradoras) de energía. Se puede hacer de diferentes maneras: algunas producen su propia electricidad que luego venden a sus clientes; otras compran energía renovable a productores para vendérsela a sus socios.
Como ocurre con la generación energética, la comercialización también conlleva desafíos, como cumplir las normativas, sortear la influencia de los agentes más establecidos del mercado, sobreponerse a las limitaciones financieras y otras más. ¡No desesperéis si vuestra comunidad se topa con escollos así! Entra dentro de lo normal y, con ayuda de otras cooperativas, encontraréis una solución.
Sabías que:
La lista de comercializadoras energéticas cooperativas en Europa sigue creciendo. Si aún no te suministra ninguna de ellas, ¿a qué esperas?
Ènostra de Italia tiene 4.000 clientes, Enercoop de Francia tiene casi 90.000 clientes, Som Energia de España tiene 115.000 clientes, Greenpeace Energy (Alemania) tiene más de 180.000 clientes, Ecopower (Flandes, Bélgica) cuenta con 55.000 clientes, y EWS (Alemania) con más de 200.000.
En el Estado español se estima que casi 20 millones de personas viven en situación de pobreza energética. Además, diversos estudios apuntan que esta situación no solo afecta a más mujeres, sino que las mujeres sufren más y por ello son muchísimas las que están en pie de lucha por la defensa de derechos fundamentales para una vida digna, incluido el derecho a una energía limpia.
Tu proyecto también puede estar enfocado en reducir la pobreza energética de tu comunidad. El ahorro y la eficiencia son claves en la revolución energética. ¿Cómo?
- Adquirid la propiedad para bajar los costes de las renovables, así podrán beneficiarse de los ahorros colectivos generados.
- Invertid en medidas de eficiencia energética y renovación de las edificaciones para mejorar las condiciones de vida.
- Aprended a reducir su consumo y sus facturas energéticas.
Consejos Clave:
Un buen comienzo es identificar a personas dentro de la comunidad que padezcan la pobreza energética mediante una prospección. También se podrían organizar reuniones comunitarias para hablar con la gente y exponer las diferentes ideas
Infórmate y súmate a esa presión por democratizar la distribución eléctrica. Puedes informarte de si tu ayuntamiento está interesado o si tiene información al respecto
Un sistema de calefacción colectivo puede ser la mejor forma de empezar un proyecto. Existen muchas soluciones para proporcionar calefacción con renovables en función de los recursos de la zona. Una puede ser asociarse con las zonas rurales para que provean bioenergía (residuos madereros y de la silvicultura, estiércol del ganado, biomasa agrícola, etc.) o el calor excedente de la industria local, que se puede recanalizar a una red de calefacción urbana, o trabajar con la propia infraestructura municipal de residuos o de alcantarillado, un río cercano, etc.
En la ciudad de Eeklo en Bélgica, por ejemplo, las autoridades locales emitieron una licitación para la construcción de una amplia red de calefacción urbana con los requisitos de un objetivo de energía 100% renovable y un mínimo de propiedad ciudadana del 30%. El consorcio que ganó la licitación cumplió estos requisitos al asociarse con Ecopower, una cooperativa de energía belga.
Sabías que:
Investiga si en tu pueblo, ciudad o barrio existe un sistema de calefacción urbana y cuáles son las fuentes de energía empleadas.
Más allá de las actividades tradicionales dentro del mercado de la energía, las comunidades energéticas han desarrollado también soluciones innovadoras en el campo de la flexibilidad energética, para el almacenamiento, la movilidad eléctrica o incluso la tecnología blockchain.
Hasta el año 2018 en España la demanda estaba excluida de los servicios de balance de la REE (Red eléctrica de España), la aprobación del paquete europeo de medidas Energía Limpia para todos en ese año estableció que la demanda puede participar en todos los mercados y que se pueden ofertar servicios de flexibilidad. A inicios de 2021 estamos a la espera de que se desarrolle claramente la figura del agregador de demanda, y en concreto, la del agregador independiente, con el objetivo de promover la participación ciudadana. Si bien desde el año 2020 cada comercializadora puede habilitarse para llevar a cabo actividades de balance de red, se espera que en el primer cuatrimestre de 2022 la figura del agregador de demanda independiente sea una realidad.
En Europa, el transporte es el sector con mayor nivel de emisiones de la economía: en torno al 30% de las emisiones de CO2. También es el único sector que ha seguido incrementando sus emisiones desde 1990. Si queremos transformar el sistema energético, no podemos olvidar el transporte.
Existen muchas soluciones en materia de movilidad, como sistemas para compartir coches privados, sistemas de vehículos eléctricos compartidos, proyectos comunitarios para crear centros de carga para vehículos eléctricos…
The Mobility Factory (TMF) es una plataforma europea que facilita a las comunidades energéticas de toda Europa compartir vehículos eléctricos. La plataforma digital pone a disposición de los proyectos aplicaciones, interfaces web, pagos virtuales y software – como herramientas para abrir un vehículo sin llave- para poder ofrecer un servicio de compartir coche en cualquier comunidad.
Todas las cooperativas que ofrecen servicios de compartir coche eléctrico pueden hacerse socias para beneficiarse de los servicios de TMF. Las comunidades energéticas deciden cómo van a operar, los colores, los logotipos, el modelo de vehículos, el sistema de tarificación… sin preocuparse de cómo crear ni mantener la plataforma digital.
TU COMUNIDAD ENERGÉTICA PASO A PASO
Ya seas una persona curiosa, un grupo de personas que se embarcan en un viaje hacia las energías renovables, una autoridad municipal que está haciendo planes o una cooperativa energética ya en marcha, esta guía paso a paso es para ti