Enercoop, Cómo abrirse camino en el mercado francés de la energía

Hace 15 años, cuando algunas ONG ecologistas, personas expertas en el ámbito de la energía, desarrolladores de proyectos y empresas del mundo de las finanzas alternativas dieron el paso de crear la comercializadora de energía Enercoop, la situación en Francia era de todo menos favorable. Por entonces, todos los activos energéticos franceses, la principal empresa energética –EDF- y la principal comercializadora –ERDF- eran propiedad del Estado francés. La mayor parte de la electricidad generada en Francia (el 75%) era de origen nuclear –aún hoy sigue siéndolo-.

El gobierno francés no deseaba liberalizar el mercado interior de la energía, y por eso cualquier actor distinto a EDF lo tenía muy difícil para competir. La situación impedía el acceso de los proyectos a una producción de energía renovable, y por tanto no se podían constituir como modelo viable de comercializadora en Francia. Hoy todavía resulta difícil, aunque algo menos, gracias en parte a la legislación de la UE.

Anteriormente, la ley francesa estipulaba que, si los productores querían acogerse a las tarifas de recompra reguladas por parte del gobierno, la energía renovable producida en el país tenía que venderse en primer lugar a la histórica compañía eléctrica francesa. Así pues, durante sus primeros años de operación, Enercoop tuvo que comprar su energía renovable de centrales hidroeléctricas propiedad del Estado francés.

Para conceder acceso a la compra de electricidad renovable, la compañía pública francesa exigía un aval bancario de un importe equivalente al del total de la energía que Enercoop deseaba comprarles. En aquel momento, Enercoop no podía garantizar un importe tan alto, así que, como último recurso, pidió ayuda a la vecina cooperativa belga Ecopower. Gracias a Ecopower, al banco ético Triodos y el banco francés Credit Coopératif, Enercoop obtuvo los fondos necesarios para su aval. Enercoop nunca necesitó hacer uso del aval, pero esa colaboración fue necesaria para salvarla en un momento crucial de su historia.

Actualmente, tras muchos esfuerzos de incidencia política en el ámbito nacional y de la UE, Enercoop ya puede comprar su electricidad directamente a las y los productores de energía renovable, que siguen disfrutando del apoyo gubernamental.

Echando la vista atrás, este difícil episodio en la vida de la cooperativa francesa y la cooperación con la cooperativa belga Ecopower fueron el germen de la idea de una federación paneuropea de cooperativas energéticas, “para respaldar a las cooperativas asentadas y ayudar a las más noveles a superar los obstáculos y aprender de las demás”.