Comunidades Energéticas Fake

Las convocatorias de subvenciones públicas destinadas a priori a facilitar la democratización del sector energético han resultado ser un fake: cierran la puerta a proyectos de base ciudadana, mientras se la abren a empresas tradicionales que tienen una posición de dominio en el sector energético, como es Repsol, a pesar de que la propia figura de las comunidades energéticas es por definición: autónoma, democrática y abierta.
¿Cómo ha pasado? y sobre todo ¿qué impacto está teniendo esto?