Compostaje y «Residuo Cero», la receta contra el Cambio Climático
En Galicia, en colaboración con los ayuntamientos de Vilaboa y Barro (Pontevedra), la Diputación de Pontevedra y contando con la participación de un grupo de familias voluntarias de esos municipios, se ha puesto en marcha el proyecto “Aplicación de compost procedente de residuos municipales a suelos agrícolas y pastos”, para poner de manifiesto los beneficios del uso de compost en la adaptación y mitigación del cambio climático.
Amigos da Terra Galicia ha estado muy presente en estos proyectos: desde la miniplanta de compostaje del Monte do Cabalo y el compostaje doméstico en el municipio de Vilaboa, hasta los compostadores comunitarios del Municipio de Barro.
La Diputación de Pontevedra, a traveś de su plan Revitaliza del que Amigos da Terra forma parte, gestiona el centro socio-asistencial de Príncipe Felipe, una isla de pruebas de compostaje, en la que se ha conseguido el llamado “residuo cero” gracias a la instalación de varios centros de compostaje comunitario
Todos los residuos orgánicos que se generan son tratados en dos compostadores. Ningún resto de comida o vegetal sale de este círculo para una gestión externa. Además, la poda de árboles y otros elementos leñosos del centro sirve como estructurante para el compostaje, obteniéndose un producto de calidad máxima. Éste se utiliza ahora como fertilizante para los jardines y las huertas urbanas del centro. Al hacer compost con estos restos no es necesario comprar fertilizantes ni sustratos, ya que lo obtenido aparte de ser de gran valor ambiental, tiene coste cero y es de gran calidad.
Otra de las ventajas de haber establecido el compostaje en Príncipe Felipe ha sido la mejora de la recogida selectiva de las demás fracciones: la separación correcta de la basura orgánica y del resto de residuos. Se trata del único centro de estas características en todo el territorio español que está gestionando de este modo su basura, cumpliendo de sobra los parámetros que la Unión Europea marca para 2020. Este centro no sólo llega al 50 % de reciclaje, sino que ronda el 80 %. Se demostró, así, que cualquier núcleo de población –ayuntamiento, entidad local, barrio…– puede alcanzar muy fácilmente el objetivo de utilizar el compostaje como sistema de gestión.
Una vez recogido y tratado el compost procedente de los tres puntos, se ha aplicado en diferentes sitios. Desde un invernadero familiar, hasta dos viñedos en Vilaboa y Barro, pasando por una plantación de manzanos en Pontevedra y dos huertas, una familiar en Barro y otra escolar en Vilaboa.
En acciones de compostaje individual, contamos con la opinión de Pepe y Marisa, que tienen desde hace más de un año su compostadora individual en la huerta de su casa en Vilaboa. Aseguran que compostar no da trabajo ninguno, no origina molestias y supone un beneficio para toda la ciudadanía.
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Esta huerta forma parte de la investigación que agrupa el análisis de compost y su aplicación, para conocer su contribución en la adaptación al cambio climático, en territorios con condiciones y características muy diferentes. La investigación cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica a través de la Fundación Biodiversidad.