Hoy, 1 de diciembre, da comienzo la Conferencia de las Partes COP20 de Naciones Unidas en Lima, Perú. Se trata de la última cumbre climática de nivel político antes del encuentro de París en 2015, donde se tendrá que llegar a un acuerdo para limitar el avance del cambio climático. Amigos de la Tierra recuerda que es necesario que las emisiones de gases de efecto invernadero empiecen a descender de inmediato a nivel mundial y que la cumbre de Lima debe despejar el camino al acuerdo de París.

«Todos nos acordamos del desastre de Copenhague de hace unos años», ha advertido Alejandro González, responsable de cambio climático y energía de Amigos de la Tierra. «Respecto a los aspectos legales y políticos es por tanto fundamental haber aprendido la lección y atar todos los cabos sueltos de las negociaciones aquí; en París no habrá tiempo. La ambición y el alcance del acuerdo tienen que venir determinados por la ciencia y no por los intereses de gobiernos e industria. Es decir, con el acuerdo todos los países tienen que comprometerse a realizar las medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y garantizar que no se sobrepasará el umbral de 1.5º de aumento global de temperatura. Solo existe esta alternativa: la ciencia es muy clara sobre el límite de emisiones».

Exigimos en la COP20 ambición a los países industrializados.

Amigos de la Tierra considera que los países industrializados, históricamente responsables de la mayor parte de las emisiones, deben ser los que den el primer paso para reducir de forma drástica las emisiones y apoyar al mismo tiempo la financiación para la adaptación al cambio climático y la lucha contra la pobreza en el resto del mundo.

La organización recuerda que ni la Unión Europea ni Estados Unidos ni China han anunciado compromisos que garanticen la estabilidad climática. Tampoco hay sobre la mesa ningún tipo de cifra de financiación ambiciosa que permita luchar contra el cambio climático y garantizar la seguridad de la ciudadanía aquí y en los países del Sur. Amigos de la Tierra ha denunciado en este sentido que ni siquiera se han alcanzado los 10.000 millones de dólares para los siguientes cuatro años, mientras se siguen subvencionando con cientos de miles de millones los combustibles fósiles.