Movilizar, resistir, transformar

menu2

Recursos naturales y residuos

Situación actual

Ir a Situación actual

Cada persona en España generó casi media tonelada de residuos en 2011, algo menos que en años anteriores debido principalmente a la crisis económica. Estos residuos son recursos valiosos y escasos que debemos revalorizar.

La extracción de recursos naturales con graves perjuicios sobre las poblaciones del Sur va en aumento, y todo para mantener la demanda de los países industrializados. La incultura de “usar y tirar” se ha impuesto en nuestra sociedad con la escusa de ofrecer una comodidad ficticia a la ciudadanía. El sobre-empaquetado, los productos de un solo uso o la obsolescencia programada son solo algunos ejemplos de la cantidad de recursos naturales que consumimos y que terminan en vertederos e incineradoras en un breve espacio de tiempo.

 

Extracción de recursos naturales: consecuencias

El actual modelo comercial conlleva una elevada extracción de materias primas, muchas veces en condiciones lamentables para el medio ambiente y las comunidades de la zona extractiva. ¿Las consecuencias?, contaminación del entorno, acuíferos y suelos, deforestación, pérdida de biodiversidad… Esto a su vez provoca un grave problema social: o la población consume agua envenenada o se ve forzada a abandonar la zona por la falta de recursos para subsistir. Además, la manufacturación de estas materias seguirá incrementando las injusticias con la explotación de trabajadores y el acaparamiento de tierras.

En la actualidad se están extrayendo 60.000 millones de toneladas de materias primas al año, y las estimaciones para 2030 apuntan a 100.000 millones de toneladas. Además, el consumo de recursos naturales no es equitativo, el Norte global consume diez veces más que el Sur, siendo Europa el principal importador con 3 toneladas per cápita al año.

 

Generación de residuos

Estos recursos naturales, con graves impactos en su extracción, manufacturación y transporte, acaban su vida útil y se transforman en residuos en un periodo de tiempo muy corto. En su etapa como residuos tienen una gran probabilidad (en España casi el 70%) de terminar en una incineradora o en un vertedero.

Este escenario se repite en muchos países del mundo, por lo que es necesario un cambio de políticas que acabe con esta problemática sin lógica, que solo beneficia a los grandes distribuidores de productos.

En la actualidad, los sistemas de recogida de residuos fomentados por administraciones y empresas son insuficientes. Mientras podríamos alcanzar un reciclaje del 80% España está a la cola de Europa con un porcentaje inferior al 35%.

Cuando compramos un producto de usar y tirar, estamos comprando un residuo. Nos encontramos en un momento en el que es necesario adaptar los modelos comerciales a la capacidad de nuestro planeta. No es lícito que con el objetivo de incrementar las ventas, se pongan a la venta productos diseñados para durar poco tiempo o envasados en exceso.

 

Obsolescencia programada y percibida

En vez de apostar por productos de calidad, las grandes compañías tienden a crear productos basura. Los productos se diseñan para funcionar un determinado periodo de tiempo, como en el caso de muchos productos informáticos y de telecomunicaciones (obsolescencia programada). A su vez existen otras estrategias comerciales que se encargan de transmitir si un producto ha pasado de moda, como sucede con la ropa, complementos o con los productos electrónicos (obsolescencia percibida).

Los sistemas de gestión de residuos se basan exclusivamente en los residuos generados, no buscan intervenir o planificar la reducción de los mismos, su reutilización, reparación o reciclaje. Éste es uno de los motivos por los que seguimos contando con el vertido o la incineración como los sistemas principales para el tratamiento de residuos, con los impactos asociados a estos sistemas. En el caso de las incineradoras, la emisión de dioxinas y furanos, y producción de cenizas tóxicas, con graves problemas para la salud, y en el caso de los vertederos, producción de lixiviados contaminantes para el suelo y el agua subterránea, así como la degradación de las zonas donde se localicen estas infraestructuras.

Podemos cambiar la situación. Echa un ojo a nuestras soluciones siguiendo en proponemos.

En Amigos de la Tierra contamos con el apoyo de más de un millón de personas en más de 70 países de los cinco continentes