En unos momentos en el que el cambio climático se manifiesta de diversas maneras (fenómenos meteorológicos extremos, avance de la desertificación, pérdida de la biodiversidad, entre otros), es preciso que estos actores tomen la iniciativa en materia de energía y sobrepase la tibia acción por parte de Gobiernos e instituciones internacionales.

Energía limpia para Europa

Con la firme intención de dar voz a estos actores en el marco de la futura Unión de la Energía europea, hemos organizado la jornada “Energía limpia para Europa: el rol de las ciudades y la ciudadanía” en la Representación de la Comisión Europea en Madrid.

El acto, abierto a decisores locales, actores sociales y privados, medios de comunicación y por supuesto a la ciudadanía y al público en general, ha servido para generar un documento de conclusiones que se puede consultar aquí.

Principales conclusiones

A grandes rasgos, las principales conclusiones fueron que las ciudades disponen de herramientas para transformar la economía desde el nivel local, y llevar a cabo la transición energética que los Gobiernos centrales no se atreven a hacer.

Asimismo, es fundamental que desde los ayuntamientos se pongan en marcha iniciativas de participación ciudadana para conocer las preferencias ciudadanas, para valorar la implementación de sus demandas y, por supuesto, destinar fondos públicos para ello.

Pero esto no se logrará si primero no existe una activación de la ciudadanía, y exista un cambio de su percepción acerca del sector energético y los impactos derivados de sus propias necesidades. De lo que no hay duda es que la rápida penetración de desarrollos tecnológicos es base del cambio y del incremento de grados de libertad para el consumidor de electricidad.

En definitiva, democratizar el sector energético, democratizará otros sectores de la sociedad y ayudará a reducir desigualdad y concentración de riqueza.

A nivel legislativo, por lo tanto, es preciso, entre otros:

• Simplificar los procedimientos administrativos, con iniciativas como crear ventanillas únicas para los ciudadanos energéticos.;
• Garantizar la prioridad de acceso a la red de los proyectos de energía ciudadanos.;
• Asegurar que los ciudadanos energéticos tienen acceso a los mercados de generación y de gestión de la demanda de manera individual, colectiva, o a través de una tercera parte empresarial.;
• Regular e incentivar a los operadores de redes de distribución para actuar como facilitadores neutros del mercado para la generación distribuida de energía renovable, almacenamiento y gestión de la demanda.;
• Introducir criterios de gobernanza y transparencia en la cobertura de las necesidades energéticas para lograr el empoderamiento de la ciudadanía.;
• Reducir el gran poder de influencia a nivel legislativo que a día de hoy tienen las grandes eléctricas de este país.;
• Estudiar fórmulas para revivir la tradición cooperativista de este país, especialmente en el sector de la energía.;
• Explorar las vías de generación de oportunidades económicas también en sectores económicos tradicionales pero entre pequeñas empresas, mundo rural.

El resto de conclusiones y del documento final, pueden consultarse aquí.