Amigos de la Tierra celebra el Día Internacional sin Bolsas de Plástico
Las actividades de reivindicación se han celebrado en Galicia, Andalucía, Baleares y Madrid
Con motivo del primer día internacional sin bolsas de plástico y bajo el lema “Quítatela de la cabeza” numerosas organizaciones de todo el mundo han realizado acciones de difusión, sensibilización y reivindicación para reducir el uso de las bolsas de un solo uso. Este movimiento surgido en Cataluña en 2008 ha ido aumentando su repercusión debido a la gravedad del problema ambiental.
Las bolsas de plástico tienen una duración en uso de 15 minutos, y sin embargo, una vez desechadas, pueden perdurar más de 400 años en la naturaleza desprendiendo sustancias contaminantes, acumulándose en mares y ríos y causando serios problemas ambientales y sociales. Además, son uno de los principales símbolos de la incultura de usar y tirar, una de las principales causas del derroche de los valiosos recursos naturales.
Amigos de la Tierra solicita al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la imposición de medidas vinculantes, legislativas y/o fiscales para hacer efectiva la eliminación de las bolsas de un solo uso, entre las que destacan las de plástico, pero en las que también se incluyen las bolsas biodegradables, que únicamente trasladan el problema existente a otro recurso natural diferente.
Para ello, durante la tarde de ayer y durante el día de hoy (3 de Julio), se han realizado acciones con una amplia repercusión pública. En Galicia y Baleares, se ha premiado a la ciudadanía que llevaba sus compras en medios reutilizables como capazos o carritos de la compra. En Sevilla, se han dado a conocer las acciones desarrolladas por pequeñas y medianas empresas para reducir el uso de bolsas de un solo uso. Y en Madrid, se ha realizado un flash mob, donde los activistas del grupo local se han quitado la bolsa de la cabeza y han intercambiado con la ciudadanía bolsas de tela por bolsas de plástico de un solo uso.
La amplia respuesta social refleja el interés por eliminar hábitos perjudiciales para el medio ambiente y muestra la urgencia de que las administraciones públicas recojan las solicitudes de la sociedad civil, y las apliquen en sus políticas y legislaciones.