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Cerca de 100 organizaciones de todo el mundo critican el uso de agrocombustibles, ahora también en el sector de la aviación

Ir a Cerca de 100 organizaciones de todo el mundo critican el uso de agrocombustibles, ahora también en el sector de la aviación 10 octubre 2017

Organizaciones ambientales y de desarrollo de los cinco continentes han enviado hoy una carta abierta a la agencia de aviación de las Naciones Unidas (OACI), criticando su propuesta de utilizar agrocombustibles a gran escala en la aviación. La carta firmada por 96 organizaciones declara que el uso de agrocombustibles a escala masiva tendrá como consecuencia inevitable la expansión de la palma aceitera, causando más deforestación, aumentando las emisiones que producen el cambio climático y más robos de tierras y violaciones de derechos humanos. Dicha propuesta la discutirá esta semana (11 al 13 de octubre) la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en su Conferencia sobre la Aviación y los Combustibles Alternativos en Ciudad de México.

La palma aceitera sería el agrocombustible en aviación

De acuerdo a la “visión” de la propuesta de OACI, la industria de la aviación pretendería utilizar 5 millones de toneladas de agrocombustibles al año desde 2025, que aumentarían a 286 millones de toneladas en 2050 – más de tres veces la cantidad de biocombustibles que se producen hoy. Es parte de un intento de la industria de la aviación, junto a OACI, de mantener un elevado nivel de crecimiento de su sector presentándolo como “neutral en términos de carbono” desde 2020.

Un informe en profundidad publicado por Biofuelwatch la pasada semana muestra que ninguna otra sustancia más que el aceite de palma se puede utilizar para producir biocombustibles en cantidades industriales para la aviación, porque cualquier otra materia prima presenta dificultades o bien técnicas o bien económicas.

Agrocombustibles en aviación: la mayor demanda aumentaría la destrucción que produce su cultivo

Los agrocombustibles son ya causa de deforestación a gran escala, y acaparamiento de tierras, violaciones de derechos humanos y pérdida de soberanía alimentaria. Abastecer a los aviones, además de a los automóviles multiplica estos graves impactos, y no sirve para combatir el cambio climático.

Las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación internacional crecieron un 87% entre 1990 y 2014 y están aumentando más rápido que las de casi cualquier otro sector. Las organizaciones enfatizan que existe la urgente necesidad de reducir ese crecimiento en espiral si se quiere dar al mundo la oportunidad de cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.

Las organizaciones consideran que la industria de la aviación quiere dar la imagen de que se está convirtiendo en una industria verde, mientras planifica aumentar drásticamente sus emisiones de carbono desde ahora hasta mediados de siglo. La solución que proponen es utilizar más agrocombustibles, que  acelerará la destrucción de los bosques tropicales del mundo.

Las emisiones de la aviación han crecido exponencialmente, impulsadas por subsidios públicos como la exención de impuestos a los combustibles o la ausencia de IVA. La OACI debería encargarse de que la aviación pague los impuestos que le corresponden y promueva medidas reales que reduzcan las emisiones del sector.

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